Queremos hoy dedicar un merecido recuerdo-homenaje a algunas personas que tuvieron una destacada presencia en los negocios del Vino de Jerez y que pasaron a la pequeña historia jerezana sin el protagonismo que normalmente les hubiera correspondido. Queremos que las cinco personas que hoy traemos a estas Sherryzanías representen a otras muchas que también tuvieron un papel importante el sector bodeguero y lo hicieron con auténtica vocación, profesionalidad y modestia.Para confirmar y conseguir sus datos biográficos, hemos contado con la obra ‘Jerezanos para la historia’ de Antonio Mariscal Trujillo.

1. Juan Bautista Dubosc López de Haro fue amigo personal de Manuel María González Ángel, ambos de Sanlúcar, y entró a formar parte del negocio para la crianza y comercialización de vinos en Jerez llamado “González Dubosc” que tuvo un progreso imparable. González Ángel era responsable del negocio en España y Dubosc participó muy activamente en la exportación a países europeos, especialmente Inglaterra, Alemania y Rusia, mostrando unas geniales cualidades como vendedor. Falleció en 1861 y su viuda pidió la liquidación de su participación en el negocio, quedando como nuevo socio un inglés llamado Robert Blake Byass.
2. Pedro López Ruiz, que a la muerte de su padre en 1843, se hace cargo del negocio familiar “Pedro López de Villegas y Cía” que exportó cantidades importantes de vino en aquellos años. En 1854 es alcalde segundo de Jerez y en 1869 fue nombrado alcalde pasando a ser elegido diputado en 1870. Volvió a ser alcalde en 1874. En todos los cargos que ostentó realizó grandes proyectos para Jerez, entre ellos los depósitos de agua de Tempul y el ferrocarril de Jerez al Trocadero. Jugó un relevante papel en la vida económica de Jerez. Falleció en 1878 y el Ayuntamiento decidió dar su nombre a una calle.
3. Adulfo de Luque Rodríguez, natural de Lucena. Al morir su padre vino a trabajar a Jerez como mancebo a la farmacia de un familiar y al mismo tiempo cursó el Bachillerato en el Instituto. Marchó a Granada donde cursó la carrera de Farmacia que completó en Burdeos donde se especializó como enólogo. Al regresar a Jerez fundó una fábrica de esencias y productos enológicos que fueron famosos y muy demandados, que contribuyeron grandemente al desarrollo de la industria vitivinícola del Marco de Jerez, destacando los extractos para el jerez-quina y para el ponche que hoy día se siguen utilizando. Falleció en 1936 y actualmente la empresa por él fundada continúa siendo familiar y dirigida por uno de sus nietos y mantiene la alta calidad de sus productos.
4. Antonio Mateos Mancilla, hizo sus primeros estudios con los Hermanos de La Salle y posteriormente se graduó como maestro de Primera Enseñanza, cargo que ejerció durante unos años. Trabajó en las oficinas de Bodegas Valdespino, ejerciendo al mismo tiempo un papel social en Jerez con dedicación a los más necesitados lo que demostró su talla humana dedicada por entero al servicio de su ciudad lo que le granjeó el cariño y respeto de los jerezanos. Fue nombrado alcalde de Jerez en 1948 y cesó en 1952. El grupo Bodegas Domecq, en 1957, le designó director de la filial SANIVO (S.A. Nuevas Industrias Vinícolas de Occidente) en cuyo cargo llegó a ser considerado como una autoridad nacional experto en temas de alcoholes. Falleció en 1976 y el Ayuntamiento de Jerez dio su nombre a una calle de la Barriada Federico Mayo.
5. Luis de Ysasi Lacoste, dirigió y engrandeció la Bodega “Ysasi y Cía” fundada por su padre y que en su época fue una de las primeras exportadoras de Jerez. Heredó de su madre, la insigne Juana de Dios Lacoste, su singular amor por los menesterosos y la cultura. Al sentirse viejo y cansado, la bodega pasó a manos de sus sobrinos que abusaron y dilapidaron el negocio, desapareciendo “Ysasi y Cía”. En 1897 fue nombrado Hijo Predilecto de Jerez. Su fallecimiento en 1902 fue una gran manifestación de pesar y su nombre ha quedado impreso con letras de oro en la historia de Jerez. Una calle del casco histórico está rotulada con su nombre.

Estas biografías nos muestran a ciudadanos que estuvieron siempre a disposición de Jerez, con especial dedicación a la industria bodeguera ,y queremos que sirvan de admiración y ejemplo a todos los jerezanos y aprendamos cómo, cuando y cuanto debe importarnos el servicio a nuestra ciudad y a nuestros vinos. Los 5 personajes son auténticos ‘Jerezanos para la Historia’.