Hablando en el desierto

Francisco Bejarano

Tardía revelación

21 de abril 2014 - 01:00

EL domingo de Pascua celebra el nacionalismo vasco el Día de la Patria. Pretendió ser fiesta nacional de todos los vascos, pero nunca pasó de ser de algunos partidos y la primera vez que se celebró fue en 1932, un poco tarde para un pueblo antiguo. Un domingo de Resurrección de finales del siglo XIX Sabino Arana tuvo una revelación: era vasco y no español. Las revelaciones son la manifestación, generalmente de origen divino, de una verdad oculta que alguien recibe de gracia "sin pedilla ni escogella", así se comprende que ningún otro vasco con anterioridad, por medio de estudios y reflexiones, llegará a la misma conclusión, no obstante la existencia a lo largo de los siglos de numerosos vascos de gran talento. Las revelaciones a veces no se manifiestan con claridad y, según la frase evangélica, eligen antes a los ignorantes que a los sabios.

Sean como fueren las epifanías, esta fue incompleta y oscura o bien la interpretación olvidó detalles que también debieron revelarse, a las que sí se llega por el estudio y la inteligencia sin concurso particular de la divinidad. Los vascones o vascos antiguos eran tan iberos como los de otras partes de España y no han llegado hasta hoy como raza única y pura. El último que hizo una política de la pureza de la raza y fundó una idolatría racista fue Hitler y, aunque hiciera mucho daño, no le salió bien. En el actual País Vasco no había vascones en la Antigüedad, sino en Navarra; había várdulos, autrigones y caristios, grupos cántabros. Los várdulos dieron nombre a Bardulia, marca oriental del reino asturiano, origen de Castilla. Todos estos pueblos prerromanos, más los godos que vivían un poco más al sur o habían huido de la invasión sarracena, se mezclan y se unen en la lucha contra el invasor infiel, y se dan a sí mismos el nombre de castellanos ya a finales del siglo VIII o principios del siguiente.

Los vascones antiguos y sus herederos vascos nunca estuvieron unidos ni fundaron ninguna nación, concepto moderno. El destino que encontraron, no mal destino, fue ser españoles o franceses, y lo aceptaron de buen grado. Navarra nunca formó parte en ningún momento histórico de las míticas provincias vascas. La interpretación de la tardía revelación sabiniana hubiera sido, para ser correcta: soy vasco, luego soy español o francés porque Dios y el tiempo lo han decretado así. Pero sobra historia donde mandan leyendas y delirios mitológicos, mientras no pase la nueva epidemia europea de secesiones, que, según sabemos, es cíclica.

stats