Vampirismo emocional y política

LO leí el otro día en las redes sociales y me dio tal ataque de risa que hasta que no me he recuperado plenamente no he decidido responder a semejante insulto a la inteligencia. Los fabricantes de propaganda política andaluza tienen la certeza absoluta de que el castigo en las redes sociales va ser duro. En estas estamos cuando una mente lúcida decide asimilar el término 'vampirismo emocional' con gran habilidad. ¿Quiénes son estos vampiros? Pues básicamente, y disimulado entre bonitas palabras, todos aquellos que critican, que no comulgan, que disienten y dan razones para mostrar su repulsa por tanto caso Bárcenas, caso ERE, tanto escándalo de UGT y demás corruptelas. ¿No le gustan estos sinvergüenzas? Pues, perdóneme, según los propagandistas usted es un vampiro. Además propugnan que para luchar contra sus críticas tan sólo hay un remedio: ignorarle. ¡Convendrán que hay que tener la cara dura!