LEO que Maduro convoca elecciones municipales y que, para ese día en el que la decencia política aconseja la ausencia de, llamémosle así, 'influencias', el tipejo organiza una jornada de homenaje a Chaves. Lo más probable es que el difunto se le ha aparecido en el sancocho y no haya podido refrenar la tentación de homenajear al bolivariano líder. Tamaño desmán no nos queda tan lejos. A su forma, todos aquellos que no tiene otro afán que mantener las posaderas en un caliente y mullido sillón también se las gastan por el estilo, aunque sin llegar tan lejos, que todo hay que puntualizarlo. Es el caso por ejemplo de quienes consienten manifestaciones que castigan al rival cuando el resto de la ciudadanía camina por la calle con las papeletas en la mano o utilizan sus canalillos televisivos para influir en el voto a la hora del almuerzo. Si se les hubiera castigado con firmeza, y este es un problema de la Justicia, esta canallada no sucedería.