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Alberto Grimaldi
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RECOMIENDO para el que quiera profundizar en la técnica vocal en el cante flamenco el trabajo de investigación de Alba Guerrero, titulado: "La técnica vocal en el cante flamenco", publicado con motivo de la celebración del II Congreso Interdisciplinar Investigación y Flamenco (INFLA) en la Universidad de Sevilla (2010), organizado en colaboración con la Bienal de Flamenco.
En este interesante trabajo, su autora, demuestra que el tipo de voz determinará la manera de cantar de cada uno. Por ejemplo, Tío Borrico tenía la voz recia, dura, con peso y escasa velocidad, por eso cantaba lento. En cambio Vallejo o Tomás Pavón tenían una voz más clara y ágil, por eso podían cantar a un tempo más rápido y podían hacer más melismas.
Se pueden establecer unas líneas generales de relación entre el tempo y la técnica vocal:
-Tempo lento asociado al vibrato: Si se canta lento, las notas son más largas y es necesario mantener la afinación durante más tiempo. Para sostener esas notas muchos cantaores utilizan el vibrato lento. Es el caso de Antonio Mairena.
- Tempo rápido con melismas: Si se canta rápido, las notas son más cortas y se pueden hacer los melismas con rapidez, porque las notas del propio melisma serán cortas también. Es el caso de Vallejo y Marchena.
Por otra parte, estas características, naturales en la mayoría de los casos, afectan decisivamente a los diferentes estilos del cante. Lógicamente, aquellos cantaores dotados de una voz ronca, recia y con peso se identifican perfectamente a los cantes básicos, es decir, tonás, siguiriyas y soleares, mientras que los que poseen voces, agudas, vibrantes y flexibles, son perfectas para los estilos libres, la mayoría derivados del fandango, abandoláos y los de ida y vuelta.
La autora señala las características de los tipos de voces más comunes y significativas, entre las que destaco:
-Afillá: Tiene matices graves y opacos. Es ronca, rozada y recia, resultando muy apropiada para imprimir mayor dramatismo a los cantes primitivos. La voz de Manolo Caracol es prototípica de esta categoría.
-Redonda: La voz redonda es dulce, pastosa y viril. Se llama también flamenca porque, haciendo honor a su redondez, permite un mayor virtuosismo interpretativo. La voz de Tomás Pavón es característica de esta categoría.
-Cantaora: Es rítmica, con gracia, frescura y flexibilidad para la ejecución de los cantes festeros (bulerías, alegrías, jaleos y tangos). La voz de la Perla de Cádiz es típica de esta categoría.
-Laína: La voz laína, aguda, vibrante y muy adecuada para realizar todo tipo de arabescos, floreos y ornamentaciones vocales., es ideal para la interpretación de las malagueñas, granaínas, tarantas y otros cantes no sometidos al compás. La voz de Manuel Centeno representa esta categoría.
-Natural: La voz natural, de pecho o gitana, tiene algún rasgo de la afillá por lo que se refiere al desgarro que le infringe el cantaor en determinados tercios. Por otro lado, está muy próxima a la voz redonda, pero algo ausente de su pastosidad y dulzura. La voz de Antonio Mairena es prototípica de esta categoría.
- Falsete: La voz de falsete permite a los cantaores que tienen esa facilidad abordar registros de mujer o niño que con la voz natural es imposible alcanzar. Este tipo de voz da mucho juego en los cantes de ida y vuelta y en algunas adaptaciones flamencas. También se ha utilizado para conseguir tesituras más agudas y llamativas en la interpretación de los cantes levantinos.
Un magnífico estudio el que comentamos, largo, denso, profundo y serio sobre un tema, éste de las voces cantaoras, que pone el dedo en la llaga del error que cometen muchos cantaores al incluir en su repertorio estilos para los que no tienen la voz adecuada y, de otra parte, la explicación de porqué muchos artistas no incluyen determinados estilos para los que su tesitura de voz no es la apropiada.
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