Descanso Dominical

Un año

Enorme laguna de tiempo para la ausencia de un hombre bueno, demasiado vacío en la antena de Canal Sur Radio

Puede que el tiempo no exista. Puede que sólo (con tilde) sea un concepto forjado por el ser humano para pautar el discurrir de los acontecimientos, para acotar nuestra existencia. La obsesión primitiva por domar el 'desorden' del Universo y obtener alguna noción nos llevó a guiarnos al principio por el sol y la luna, las lluvias, las estaciones. Después, así resumiendo mucho, llegaron los calendarios, gran avance de la humanidad, y tuvimos tantos como civilizaciones: persa, egipcio, maya, romano... Ya en 1.582 el Papa Gregorio XIII nos regaló el hombre el calendario gregoriano, por el que nos regimos en nuestros días.

Así podemos dotar de un relato lógico al guión de la vida, y somos capaces de situarnos en el espacio-tiempo y explicar por qué nos vamos oxidando, por qué tras nacer, crecemos, nos reproducimos (o no), pagamos impuestos y luego, mutis por el foro. Es por el paso de los años. Y da la sensación de que cada vez transcurren más aprisa ¿no es cierto?, que parecen ir menguando y apenas te has quitado el bañador y ya estás de nuevo en la Puerta del Sol como el año que fue, otra vez el champán y las uvas y el alquitrán. Y vuelta a empezar con esta medición relativa en la que cuesta determinar si un año por definición es mucho o poco tiempo... Porque, efectivamente, depende de para qué. Obviamente, en Ucrania estos últimos doce meses deben haber sido bastante más largos que en las Seychelles o en Conil.

Un año es suficiente para que Shakira grabe un disco completo con doce temas, mandando al carajo a Piqué en cada uno de ellos; para quedarte con ganas de viajar otra vez no importa a dónde; para maldecir al termómetro de julio y también al de enero; y para que el político rompa, al menos, una docena de promesas y compromisos. Es muy probable, sin embargo, que a tu vecino no le dé tiempo a acabar la obra; o que no puedas cerrar ni abrir tantos libros pendientes; encontrar aparcamiento a la primera; ordenar el trastero; saber a dónde van los besos que no hemos dado; ni olvidar el estribillo de otra canción de Shakira.

Todo un año y algunas horas desde que se nos fue Juan Manzorro. Enorme laguna de tiempo para la ausencia de un hombre bueno, demasiado vacío en la antena de Canal Sur Radio, tanto eco en las calles de Vejer y de Cádiz, y una eternidad uncida al ánimo de su familia, amigos y 'amigachos'. Sólo un año. Muy poco para dejar de extrañarlo, aliviar el dolor, mitigar la rabia y guardar únicamente el recuerdo mágico de aquello tan grande que nos pasó, que fue conocerlo y vivirlo un día, un mes, un año, para siempre.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios