Jerez íntimo
Marco Antonio Velo
Jerez, 1964: la Academia, Pilar Paz Pasamar, Manuel Lora Tamayo y Antonio Añoveros
Esta temporada se ha puesto en marcha, en la Liga F y en la Primera RFEF, el sistema de revisión en video FVS (Football Video Support), también conocido el VAR low cost, aprobado en la 137ª Asamblea de la International Football Association Board (2023) y asumido por FIFA como un sistema menos costoso que, sin embargo, puede ofrecer transparencia y eficacia en la toma de decisiones por los árbitros en competiciones en las que no es posible disponer del sistema de videoarbitraje (VAR).
Este nuevo sistema se caracteriza por su simplicidad, al no requerir sala VOR ni árbitros de VAR que controlen todas las decisiones revisables y adviertan al árbitro de cualquier irregularidad. En el sistema FVS solo tienen lugar las revisiones solicitadas por cualquiera de los dos entrenadores o las que decida el árbitro, además de todos los goles. Y, como en el VAR, únicamente son revisables el gol, el penalti, la tarjeta roja directa y la confusión de identidad.
La solicitud corresponde al entrenador (mediante el alzamiento y giro de la mano con el dedo índice hacia arriba y posterior entrega al cuarto árbitro de una tarjeta), si bien puede ser a instancia de cualquier jugador. Cada equipo cuenta con dos tarjetas de revisión (tres en caso de prórroga). Solicitada esta, el cuarto árbitro lo comunicará al árbitro principal, quien, tras hacer la "señal de televisión", mantendrá el juego detenido o lo detendrá en zona neutral para dirigirse al área de revisión y allí comprobar si, en su decisión inicial, hubo error claro obvio y manifiesto o un incidente grave inadvertido. Durante la revisión el árbitro, que deberá permanecer visible, contará con un técnico en repeticiones, sin que puedan acceder al área ni el entrenador ni los jugadores. La revisión se efectuará con la mayor diligencia posible, si bien, añade el protocolo FIFA, "la precisión de la decisión final debe primar sobre la rapidez", razón por la que no se establece un tiempo máximo para el proceso de revisión. Tras la revisión, el árbitro regresará al terreno de juego, hará de nuevo la "señal de televisión" y comunicará su decisión final, informando, si fuese necesario, a ambos entrenadores. Si se confirma la decisión inicial, el equipo que solicitó la revisión pierde esa tarjeta; si, por el contrario, el árbitro corrige su decisión, se devuelve la tarjeta al solicitante, que podrá utilizarla en una nueva incidencia.
En los goles y en las tandas de penaltis el cuarto árbitro, sin necesidad de solicitud, los revisará en el monitor e informará al árbitro principal cualquier irregularidad y este, a menos que se trate de algo rigurosamente objetivo, revisará la repetición en video y adoptará la decisión final.
Si la tecnología no funcionase correctamente o no se pudiese contar con un técnico en repeticiones, el encuentro se disputará sin sistema de revisión en video, lo que se comunicará a los entrenadores y a los capitanes de ambos equipos. En todo caso, no se invalidará un partido por errores en el funcionamiento de la tecnología, por decisiones erróneas debidas al sistema de revisión en video, por decisiones del árbitro de no revisar un incidente ni por revisiones de decisiones o incidentes no revisables.
Este sistema cuenta con evidentes limitaciones que deben ser tenidas en cuenta. La limitación más importante deriva, sin duda, de la cantidad reducida de cámaras y de la calidad de la propia grabación, que nunca será la ofrecida en el fútbol profesional, en el que puede revisarse cualquier incidente desde numerosos ángulos. Ello comporta que no siempre las repeticiones en video sean capaces de demostrar que la decisión arbitral constituyó un error, claro y manifiesto o que se produjo un incidente grave no advertido. Esta limitación la reconoce el propio protocolo FIFA cuando advierte que, «como en el sistema de revisión en video se utiliza una cantidad reducida de cámaras, las repeticiones no siempre serán concluyentes y, por lo tanto, es posible que no se modifique la decisión inicial».
Por otra parte, el sistema puede conllevar interrupciones de los partidos superiores a las del VAR tradicional. Pensemos en que es el jugador de un equipo el que quiere instar la revisión. Debe informar al árbitro, "quien le concederá el tiempo necesario para que se dirija a su entrenador" y será este el que, una vez conozca el motivo, entregará la tarjeta de solicitud de revisión al cuarto árbitro, informándole del hecho revisable, para que lo comunique al árbitro principal y se lleve a cabo la revisión. De hecho, parece que, en los encuentros iniciales de Primera RFEF, es la necesidad de amplios tiempos añadidos una de las mayores objeciones al sistema.
Pese a estas limitaciones y otras que puedan ponerse de manifiesto a lo largo de esta primera temporada, creo que, con las modificaciones y adaptaciones necesarias, el sistema de revisión en video es la única alternativa válida para todas aquellas competiciones que, como la Segunda RFEF, carecen de recursos para implementar el VAR tradicional.
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