Parece que tras meses pidiéndolo, los Reyes nos van a traer un presidente. Eso sí, no a todos les va a gustar, y es que no todos escribieron la carta pidiendo el mismo regalo. Pero dicen que los Reyes (los de España no, los Magos), consigan que uno, con tal de ser presidente, pacte con el coco que le daba susto para dormir, e incluso con quienes tienen en su programa electoral que él no sea el presidente de España, precisamente porque ellos, los que lo ponen de presidente, se quieren ir de España. Incluso puede conseguir cargarse a su propio partido tras 100 años de historia ¿algún mago puede mejorar eso? Pues sí, todavía lo hay mejor. Podemos tener un vicepresidente y una ministra que pasarán directamente de manifestarse en tiendas de campaña contra la 'casta política' a estar en la élite de esa casta, con dos sueldos gubernamentales en casa, y pasando por un proletario chalet en Galapagar. Joe, podemos hasta tener una ministra de trabajo denunciada por supuesta explotación de una empleada. A ver si nos enteramos… no es no, según sea lo que no; casta es casta según quien sea la casta; y si Aznar ya hablaba catalán en privado con Pujol, al que le prescriben los delitos tributarios, no como a los tontos de los autónomos que siempre nos tienen controlados ¿por qué este no va a ser presidente aceptando en español lo que le exija algún condenado por sedición, en catalán? Si quieren aumentar la magia, no tienen más que leer como ahora los denominados partidos constitucionalistas están dispuestos a que todos los demás apoyen al futuro presidente para que no pacte con los que quieren romper España, pero ninguno de ellos está dispuesto a dar el paso, sino solo a decir que lo den los demás. Ahora no se le llama a eso hipocresía, sino ciencia política. Joé, es que la magia la tenemos que hacer entre todos a la hora de votar, y no quejarnos de lo que sacamos de la chistera, que al final nos tenemos que conformar con asumir lo que somos… ¡unos cachondos!