Notas al margen
David Fernández
Del cinismo de Sánchez a la torpeza de Feijóo
O el antiguo camino a Lebrija. Ahora está preciosa. Un lujo al alcance de todos los jerezanos. Y en este final del mes de abril, una muestra de sencilla belleza, incomparable. A pie, en coche, en bicicleta, tan cerca de nosotros…
Vía conocida desde tiempos de los romanos, mantiene actualmente, en pleno siglo XXI, el encanto del Jerez rural de hace años, sin contaminar con grandes tendidos eléctricos ni con parques eólicos; sus suaves colinas llenas de trigales, ya casi rubios, sus incipientes cepas, y el recuerdo de sus grandes y viejos cortijos como Zarpa, Ducha, Espartinas, Casablanca, que evocan un Jerez agrario, que con la actual visión de dichos paisajes, parecen conservados en un ámbar mágico.
En su tiempo, grandes olivares (recuerdos de los mismos quedan en los molinos de alguna cortijada de la zona) compaginaban el terruño con los tercios de cereal, leguminosas y barbechos. Ahora cereales, girasol y viñas tapizan el suave paisaje de sus, en este tiempo primaveral, verdes colinas.
El topónimo de Morabita puede tener su procedencia en la antigua existencia en estos parajes de un 'morabito', ermita o fortaleza, habitada por un clérigo musulmán de la época establecido por allí para buscar la paz bucólica, cumplir una misión militar, o ambas cosas a la vez. Un perfecto artículo: 'Por el antiguo Camino de Lebrija', de los hermanos Garcia Lázaro, publicado en este mismo medio, ilustra maravillosamente el contenido de esta parte del alfoz jerezano.
Anímense antes de que el calor agoste los campos y vuelvan en el tiempo a estampas ya olvidadas de nuestra historia. Y sigan hasta El Cuervo, municipio compartido con Jerez y la provincia de Sevilla. Podrán adquirir el afamado pan de dicha localidad .Y a la vuelta, entre vuelos de perdices y de aguiluchos cenizos, sentirán la bella y grandiosa humildad de aquellos campos jerezanos de antaño…
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