La casa-palacio de Almodóvar es el monumento de calle Lealas

VARIOS medios de información local se han hecho eco de que el Consejo de Gobierno aprobó el pasado 6 de abril la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como monumento, la casa-palacio de Almodóvar del Rió, de la familia Hoyos. Mas lo hicieron sin identificar la autoría y casi con displicencia. Y es que, si Sevilla tiene tres duquesas: Alba Medinaceli y Osuna, presume de ellas y de sus palacios: Las Dueñas (El huerto alegre donde crece el limonero); La Casa-Pilatos (a igual distancia de la Cruz del Campo que El Calvario de la de Pilatos) y el de Téllez-Girón. Si Sanlúcar tiene dos duquesas: la de Medina-Sidonia y la de Montpensier, se vanagloria de las mismas y de los palacios de Los Guzmán y Los Infantes. Pero Jerez, o no sabe o no contesta, sobre la categoría y autoría, de su Duque de Almodóvar del Rió y su casa-palacio monumento, ecléctico sí, pero perfecto también, a medidos de la calle Lealas, junto a la bodega de su segundo apellido, Sánchez (Romate).

Allí lo importante es el binomio casa-bodega, una figura de la construcción típicamente jerezana de los siglos XVIII y XIX como: Cristal, 4; Sevilla, 44 antiguo; Pozo Olivar, 1; donde el frondoso jardín es el pulmón de ambas edificaciones y recreo de sus moradores. Edificios en origen de la misma propiedad, que ora porfiaban por un patio-ajardinado, ora discutían civilizadamente por un almizcate cuajado de macetas floridas. Por lo que la fachada, aunque de pórticos majestuosos, ya no pretende mayor exhibición exterior, que en este caso una lápida de mármol en la que recuerda que allí vivió un ministro de estado "que fue con el aplauso de todas las naciones", cuya descendiente Genoveva, Chini Hoyos, tiene el gusto de conservarlo en todo su esplendor por toda su larga vida. Con los recuerdos de familia entre los que destacan los uniformes de gala y los trajes de corte de sus padres, destacados jerezanos en el Madrid de la primera mitad del siglo pasado. Los cimientos de la casa-palacio de Almodóvar se remontan a principios del siglo dieciocho, su escalera principal de mármol de Carrara labrado, está flanqueada de un zócalo de azulejos de Triana de época, conduciendo hasta la planta principal y estando enmarcado allí su hueco de escalera por cuatro columnas que soportan dos arcadas gemelas. Distribuidor a sus salones repletos de obras de arte. Una de las casas-palacios más completas y bellas de Andalucía, que se ha conservado gracias al amor a la tradición y a la belleza de cuatro generaciones de la misma familia. Sus varias chimeneas italianas labradas y su solerías de mármol blanco y negro o rojo de distribución geométrica, son un alarde de buen gusto, con varios ventanales y balcones sobre su jardín romántico enlosado de barro y olambrillas de reflejos policromadas de época, con una fuente central octogonal y a ras de tierra, entre naranjos y parterres enmarcados de setos centenarios de boj. ¡Que sólo merecen heredar patrimonio artístico aquellos que son capaces de conservarlo con decoro! Aquí gastronómicamente eran de destacar las croquetas del aperitivo con una copa de Palo Cortado. Y los huevos pochados en salsa de Oloroso con trufas.

Y las homónimas de chocolate al Brandy Viejo.