Afebrero "el loco" y sus anuncios de carnaval le supera con malas maneras el mundo de la política. El presupuesto debería ser el debate de calado en todos los niveles de las distintas Administraciones. Sobre la mesa unas cuentas públicas, la previsión de ingresos y prioridad en los gastos, que debe responder a las necesidades reales de la población. El debate, la alternativa y el pacto, tienen 412.660 millones de razones. Si embargo se dedican a la impugnación a la totalidad, los relatores, la desautorización y la convocatoria a la exaltación populista al más puro estilo caribeño.

A nivel Andaluz revolotea el esperado argumento, la herencia recibida impide afrontar las promesas presupuestarias que hicieron en campaña. Han perdido el libro de instrucciones de la "cuadratura del círculo", lo de bajar impuestos y mantener el gasto ya no funciona. Son 34.750 millones de razones, gasto prorrogado del 2018, que más allá de quejas de mal ganador exige arremangarse y presentar unas cuentas públicas. Basta recordar que necesitamos afrontar el imprescindible plan de choque en empleo para nuestra provincia, eso cuesta dinero y fue lo que en campaña anunciaron como primera medida del nuevo gobierno.

En Jerez un buen cierre del ejercicio ha merecido todo tipo de halagos por parte del Ministerio de Hacienda "una gestión adecuada, rigurosa, eficiente, responsable y con una importante capacidad inversora". Pero es sospechosa la excusa del gobierno para no presentar las cuentas de 2019, queda mucho por gastar de 2018. Si dejaran de mirarse de reojo y marcar las distancias electorales: propondrían, estudiarían, extenderían el debate. El trabajo en unas cuentas, transparente y sin burladeros, sería el mejor aval para todos los grupos ante una ciudadanía tremenda desconcertada y desconfiada.