Opinión

Pepe / Marín

Una década sin José 'El Mono'

13 de octubre 2016 - 01:00

TUVO que ser un día 13 cuando José Vargas Vargas "El Mono" nos dijera definitivamente adiós. Fue el 13 de octubre del año 2006 cuando "El cochecito lerén" echó el freno por siempre y como escribió Antonio Gallardo Molina (q.e.p.d.) "este cantaor/y bailaor de bandera/en los tablaos celestes/entre las nubes traviesas/está "El Mono" convertido/en una hermosa leyenda".

En diciembre de 2015 vio la luz el primer volumen de "Memoria Jonda", un CD que, gracias a la serie Flamenco y Universidad que dirige Rafael Infante, en su número XXVIII pude insertar el romance que el recordado Antonio Gallardo le dedicó a José bajo el título "Leyenda del Mono". El guitarrista Isaac Moreno -hijo de Fernando, prestigioso guitarrista, apartado espero temporalmente, del mundanal ruido flamenco-, respaldó con su sonanta mi recitación. Fue el homenaje para quien "tenía un compás tan hondo/que agradecían las piedras/el golpe de sus tacones/cuando un patio era una fiesta".

En tantas ocasiones hemos recordado a José que, lo mismo a través del texto escrito en papel -como es el caso-, el correo electrónico o la palabra en vivo, su memoria no ha dejado de estar presente nunca. Así, en el seno de la peña flamenca Tío José de Paula lo mismo como protagonista de numerosas actuaciones en fiestas y recitales que como responsable del Curso de Enseñanza de Cante Flamenco después de otra marcha definitiva, la de Manuel Soto 'Sordera', las mujeres -y los hombres- de la entidad de calle Merced le recuerdan con el mismo cariño que él supo prodigarles en vida. Estuvo con nosotros, "Los Juncales", -en espíritu- en el palco escénico del Teatro Villamarta durante el musical navideño "De Nueva York a Jerez" -otra vez Antonio Gallardo Molina, en dicha ocasión mano a mano con su hijo José, creando para la ocasión un villancico que interpretaron entre pétalos, aplausos interminables y emoción, Rocío y Mibe, dos de las hijas de 'El Mono', secundadas por el resto de cuantos artistas dieron forma al espectáculo (aquí mi emocionado recuerdo para 'Moraíto').

Desde aquellos Jueves Flamencos con los que Manuel Morao sembró de arte el coso taurino jerezano, en los que alternó con las primeras figuras del momento y con las emergentes -él mismo lo era-, José discurrió por los más diversos tablaos y escenarios dejando en cada uno de ellos la impronta de su arte, de su gracia, de su baile, de su compás. Le recuerdo durante su participación en la serie de la Caja de Ahorros de Jerez 'Así canta nuestra tierra en Navidad' en la que, respaldado por la genialidad guitarrística de "Parrilla de Jerez" grabó, como era lógico, villancicos a los que supo insuflar candidez y flamencura al tiempo; la justa, brillante y espontánea candidez y flamencura que dicho cante demanda y a la que José Vargas 'El Mono', siempre inspirado y auténtico, supo responder en todo momento.

Hoy, cuando pasan diez años de su definitiva ausencia y, cuando este caluroso otoño es pórtico del diciembre navideño, recuerdo a José Vargas "El Mono" cantando y bailando al tiempo… con letra del inolvidable Antonio Gallardo, "el cochecito lerén/del que se acuerdan las viejas/se convertía en su voz/en una lluvia de almendras…". Fuiste ascua, rescoldo, carbón, llamas del compás quemando y tu "jondura" flamenca fue alegría y hoy es llanto.

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