La esquina
José Aguilar
Las pelotas de Bildu
UNA Feria con buen clima, quizás algo de más calor los últimos días, pero no ha sido de esas ferias agobiantes calurosas. Ahora bien, un Real de Feria con escaso albero y muchos boquetes que dificultaban los andares. Por otra parte, mucha y abundante presencia de los camiones de servicios de riego. Sobre el ambiente muy bueno y mucha afluencia de visitantes de Jerez y fuera de nuestra ciudad.
Nuestra Feria se ha convertido hace ya tiempo en una referencia a nivel mundial de lugar acogedor y de acceso libre a las casetas. Este máximo valor marca la diferencia respecto a otras ferias y es aquí donde hay que reflexionar y estar muy atentos porque la queja o crítica en este capítulo ha sido una constante en esta feria. Son bastantes las casetas que de alguna manera, de hecho, son privadas. Lo son porque no han permitido la entrada porque no tenía la persona que llegaba una pulsera que daban sólo a socios, hijos de socios e invitados o bien en otras alegando que si no tenía reserva concertada no podía entrar ni a tomar algo en la barra estando la caseta vacía en ese momento por lo que no puede alegar aforo completo.
En lo que se refiere a la música, pues más de lo mismo: las discotecas empiezan a zumbar y se acabó lo que se daba. En lo referente a programación de espectáculos en la feria y en concreto al flamenco ha habido una extensa y variada programación diaria con especial énfasis en la programación de las casetas de las peñas flamencas.
Lo que sí es verdad es que actualmente la Feria está tan orientada a dar comidas que ponen mesas para dar servicio hasta encima del escenario donde van a actuar los artistas. De esta manera no hay sitio prácticamente en un gran numero muy abundante de casetas a las que no se puede acceder porque no hay espacio físico y en muchas de ellas no desmontan las mesas.
Así, se ha perdido con el tiempo la fórmula de entrar de forma improvisada en las casetas y encontrar allí a tu gente, saludarla, alternar y visitar distintas casetas donde una ponía el menudo de gran categoría, otra la carne u otra que era famosa por el gazpacho. Aunque es justo decir que todo evoluciona y la Feria de Jerez, la Feria del Caballo también lo ha hecho. El nivel de servicio es muy bueno aunque es verdad que le hemos entregado el alma a las empresas de catering y como es lógico tienen que buscar la rentabilidad.
El paseo de caballos también es mejorable aunque mantiene la esencia y en este año además ha habido un hito histórico con el paseo de la comitiva y carretas de la Hdad del Rocio de Jerez con motivo del merecidísimo premio Caballo de Oro.
Es por eso por lo que hay que seguir en el debate y entre todos seguir en la línea de cuidar cada detalle y mantener nuestra Feria de Jerez como la mejor y con más luz del mundo. Una Feria en la que ni la inteligencia artificial podrá acabar con los puestos de turrón de toda la vida y los cocos con el chorrito de agua fresquita cayéndole por encima y vaya usté condió.
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