CATAVINO DE PAPEL

Manuel Ríos Ruiz

La figura del flamenco pop

30 de septiembre 2011 - 01:00

DE todos los géneros musicales surgen subgéneros. Y el arte flamenco, en lo concerniente al cante, no podía ser menos. Es algo que se ha extendido bastante en los últimos tiempos, mediante las fusiones de giros musicales, especialmente del rock, del jazz y del pop. En ocasiones los subgéneros flamencos resultan detestables, pero también existen versiones plausibles debido a la calidad de los intérpretes. Así es en el caso del flamenco pop que personaliza Niña Pastori.

Hija de Pastori de la Isla, cantaora flamenca, María Rosa García García (San Fernando, Cádiz, 1978), al seguir el arte de su madre, la afición empezó a llamarle Niña Pastori. El apodo subió a los carteles, porque quiso y fue artista desde los ocho años. Y causaba tamaña sensación, que el inolvidable Camarón de la Isla, admirado de la niña cantaora, la presentó en el Teatro Andalucía de Cádiz, para que actuara con él. Así comenzó una trayectoria artística rutilante, que se acentuó cuando con diecisiete años grabó su primer disco.

Una trayectoria la de Niña Pastori, que puede considerarse que se encuentra en un momento álgido, porque en su desarrollo ha explorado musicalmente muchos giros, siempre con su base flamenca y la singularidad de su voz, llevando a cabo una evolución estilística verdaderamente relevante, como deja patente en su actual flamenco popero. Algo que se contempla claramente a través de sus discos, los titulados: "Entre dos puertos", "Eres luz", "Cañaílla", "María", "No hay quinto malo", "Joyas prestadas", Joyas propias", "Esperando verte" y "La orilla de tu pelo", este último de reciente aparición, siempre conjugados sobre la base de cantes festeros, como la rumba y los tangos.

Después de una larga ausencia, Niña Pastori ha reaparecido ante su público madrileño. Un público que la sigue entregado, que no solamente la acoge clamorosamente, sino que le corea su repertorio con un gran sentido del ritmo. Y para tan significativa ocasión, Niña Pastori quiso programar en el Teatro Arteria Coliseun, una antología de sus temas más populares, bajo el título de su último éxito discográfico, con temas auténticamente logrados, entre ellos "Y para qué", "Armadura" y el que da nombre al disco y al espectáculo. Sin olvidar los más aplaudidos pertenecientes a anteriores grabaciones, completando el programa con unas bulerías. En definitiva, Niña Pastori, que vive como suele decirse en la cresta de la ola, ofrece continuamente su calidad artística, consiguiendo con su brillante, pero también quejumbrosa voz, su aportación a un género de tan variadas vertientes. Sus seguidores, que son legión, la veneran y la ovacionan efusivamente. No cabe duda, Niña Pastori es la figura del subgénero llamado flamenco pop.

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