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Jerez íntimo
Jerez acoge en su seno un barrio luminoso y colegial, mariano por excelencia, histórico donde los haya, epicentro y bisagra de tradiciones de larga data, comercios que marcaron época y vecinos ilustres o anónimos según los casos y las casas: el barrio de San Pedro. Y en el mismo, como enseña y emblema que ya ha superado el medio siglo de profesionalidad y reputación, una referencia fiscal y jurídica -empresa familiar especializada en la materia- que jamás ha desertado -en sus diferentes ubicaciones andando el tiempo- de este barrio tan jerezano y asimismo tan henchido de excelencias inmateriales: la Gestoría Prieto (hoy Asesoría Prieto Enríquez). La cercanía humana, el trato y el seguimiento personalizado, el acompañamiento al cliente de principio a fin son marcas de la casa desde que, en 1968, Luis Prieto Becerra abriera la gestoría en la calle Doctrina, “donde después estuvo papelería San Luis”. El entrecomillado pertenece a su hijo Luis Prieto Enríquez, actual titular, junto a su hermana Regla, de esta renombrada gestoría sita en calle Antona de Dios 26, prácticamente orillando la Plaza San Andrés. Con ambos converso distendidamente. Da gusto hablar con personas así, tan cercanas y transparentes -fontana de empatía-. Los hermanos Luis, Regla y Lala -pregonera de la Semana Santa 2024 y profesora de la Salle Buen Pastor- son muy queridos en la ciudad.
“La gestoría la abre nuestro padre -comentan Regla y Luis-, junto al abuelo Luis -quien no era gestor, pero echaba una mano-. Nuestro padre estaba aún soltero, mientras nuestra madre, Ana Enríquez Alcántara, era funcionaria municipal. Ella fue la primera administrativa de la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Jerez, en los años 60, siendo alcalde Miguel Primo de Rivera, que es quien crea la Gerencia Municipal de Urbanismo”. Ana y Luis contraen nupcias en 1970. Luis, además de llevar la gestoría, era contable de António Jurado. Desempeñaba ambos trabajos. Hasta que se dedica en cuerpo y alma, exclusivamente, a la gestoría por entero. Cuando el matrimonio comienza a tener hijos, Ana pide excedencia al Ayuntamiento para, ya en el año 1976, incorporarse junto a su marido en la gestoría coincidiendo con el traslado de ésta al número 1 de la calle Antona de Dios. En el mismo local donde posteriormente hubo una pajarería muy llamativa y colorista que tanto llamaba la atención de los alumnos de la Salle en su itinerario de ida y vuelta…
Regla y Luis recuerdan cómo “en el fondo de la gestoría había como una especie de despacho reservado para los archivos, y ahí jugábamos nosotros y nos preparábamos nuestras meriendas del colacao y pan con lo básico. Allí jugábamos algunas veces a montar -que venía de la fábrica de nuestro abuelo de las Puertas del Sol- un azulejo de la Virgen del Valle, que lo llevó alguien para restaurarlo y ya jamás se supo más de él. El azulejo era de grandes dimensiones, incluso de tamaño algo mayor de los clásicos de fachada de iglesias. También aporreábamos las clásicas máquinas de escribir antiguas cuyas varillas se quedaban enganchadas. El caso era aporrear para no escribir nada, claro. Nosotros terminábamos las clases de las tardes, volvíamos y allí nos recogía un señor que nos acompañaba hasta el autobús de las Torres (vivíamos en el Parque de la Serrana entonces). Pero en las oficinas nos quedábamos sobre todo cuando había que comprar lo típico del principio de curso: los zapatos en Gorila, la PU o Los patitos. También algunas veces merendábamos en La Corona unos sándwiches mixtos deliciosos”.
Cuando se abre en el 68 ya era gestoría y se cubre laboral, fiscal, contable. “Antes la gestión administrativa era rellenarle el papel al cliente y presentarlo, porque no todas las personas además sabían escribir. Es curioso que ahora estamos de nuevo haciendo trabajos de gestoría que se habían olvidado. Por la causa de la brecha digital. Porque si a una persona septuagenaria se le dice que tiene que presentar algo telemáticamente… Si incluso somos nosotros mismos, que a veces observamos la complicación porque cada cosa tiene una plataforma web distinta… Es normal que alguien ya entrado en años no esté habituado a este sistema. Nuestro padre comienza con gestoría administrativa y el asesoramiento laboral. Porque los estudios de nuestros padres son jurídico-contable. Se especializaron en el asesoramiento de la pequeña-mediana empresa”.
Luis Prieto Becerra, de niño, vivía en Puertas del Sol. “Estuvo en el Colegio de las religiosas de Madre de Dios. Luego un año en La Salle de Cristina -les dio clase don Camilo y don Manuel de Caso- porque entonces se daba un curso que se llamaba ‘ingreso’ para pasar a Bachiller. O bien los estudiantes de la Escuela de Comercio, antes de hacer el profesorado (profesorado digamos que era estudio universitario), previamente hacían el peritaje, que es, entiéndase, una FP administrativa, superior a la actual. De modo que cursaban ‘ingreso’ y entraban en peritaje. Estudiaban tres o cuatro años de peritaje y ya después pasaban a profesorado. Nuestra madre sin embargo hizo ‘ingreso’ y posteriormente estudió bachiller en el Coloma. Y de ahí a profesorado”.
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