El balcón
Ignacio Martínez
Sin cordones sanitarios
Obituario
Fue un día de 1984. Yo acudí a tu despacho en la vieja Radio Popular de la Cruz Vieja para decirte que lo dejaba. No tenía claro lo que quería hacer con mi vida. (Mal) Estudiante de Derecho, (muy) aficionado a la Radio, decidí terminar la carrera y olvidar los micrófonos.
Entonces, tú me pediste que aguantara el verano y echara una mano en deportes. Verano glorioso. Tras contar para la radio los Trofeos de La Línea, el Colombino y el Carranza, volviste a convocarme y aquella conversación me cambió la vida. “Puedes ser un abogado más -recuerdo que me dijiste- como los hay a miles, pero creo que en esto tienes madera…”. Y me quedé.
Nunca te lo agradeceré bastante. Primero por acogerme en aquella escuela que fue la recién estrenada FM de Radio Popular. ¡Cómo no íbamos a aprender con maestros como Manolo Yélamo, Maria Esperanza, Eloísa o tú mismo! Y después, por ver lo ni siquiera yo había sospechado, que podía ganarme la vida narrando partidos de fútbol.
Aquella conversación nunca la he olvidado, la he contado muchas veces, la última en la entrevista que Francis Gallardo me hizo para el Diario después de mi jubilación. No se muere del todo quien deja su huella entre los que se quedan. Y la tuya está en el corazón de los tuvimos el privilegio de compartir parte de tu tiempo. Gracias, muchas gracias, amigo, maestro. Periodista.
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