La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

El juez Thorne, Bannerman y Sánchez

¿Por qué, viendo este ‘western’, me acordaría de Sánchez, la separación de poderes, los indultos o la amnistía

Gracias a la diaria ración de películas del Oeste que suministra Trece TV –la más completa recuperación de joyas de la serie B que ninguna cadena ofrezca– veo la estupenda La ley del juez Thorne (la pueden recuperar en Filmin) que, basándose en una novela de Louis L’Amour y con un reparto de lujo, dirigió en 1955 el gran Jacques Tourneur. Pero no es de este maestro en su día infravalorado de lo que hoy me ocupo, sino de unas líneas de diálogo que, vaya usted a saber por qué, me recordaron a Sánchez, la separación de poderes, los indultos, las derogaciones de delitos, la amnistía y otras amenidades de nuestra política.

En la película el insobornable juez Thorne (Joel McCrea) llega a una pequeña ciudad dominada por el todopoderoso Bannerman (John McIntire) que tiene a su servicio al representante del Gobierno, el coronel Streeter (John Carradine). Siguiendo el modelo que tantas películas del Oeste ha inspirado –con las cumbres de Río Bravo y Pasión de los fuertes al frente– el juez se enfrentará a Bannerman y a sus pistoleros cuando detenga a su hijo, que como todos los de los ganaderos todopoderosos es un niñato de gatillo fácil, después que mate a traición a un desgraciado desarmado.

Cuando el juez Thorne llega a la ciudad y pide habitación en el hotel que, como todo el pueblo, es de Bannerman, se produce este diálogo entre él y el sumiso y cínico coronel Streeter (¡qué grande, siempre, John Carradine!): “–Streeter: Dele la mejor habitación. Guarde su dinero, señoría. Es el invitado más distinguido de Bannerman. –Thorne: ¿De la ciudad o del señor Bannerman? –Streeter: Bueno… Resulta difícil delimitar dónde termina una y dónde empieza el otro. No me he presentado. Soy el coronel Streeter a su servicio, señor. Podemos empezar yendo al bar de Bannerman, al otro lado de la calle. –Thorne: ¿Trabaja para el señor Bannerman, coronel? –Streeter: Bueno… Soy su consejero cuando lo necesita. Mientras tanto soy abogado para el gobierno de los EEEUU.

–Thorne: Eso es lo que he oído, pero no entiendo como logra separar los dos trabajos. No quiero un trato preferencial, no es bueno para un juez. –Streeter: Me temo que eso no va a gustar al señor Bannerman. –Thorne: No he venido para hacer feliz al señor Bannerman.”

¿Por qué, viéndolo, me acordaría de Sánchez, los indultos, la derogación del delito de sedición o la amnistía? ¿Y quién sería Bannerman, Sánchez o Puigdemont?

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