Leonor De La Calle

La magia de lo inesperado

A RIENDA SUELTA

02 de febrero 2016 - 01:00

HACE un mes tuve el placer de entrevistar a un payaso - de profesión, no de los que se toman dos copitas y se ponen a tocar las palmas-. De entre todas las experiencias y apreciaciones del comportamiento del ser humano que mencionó, una me pareció especialmente curiosa. Decía que lo que más le gustaba era trabajar en la calle. Colocarse en medio de alguna plaza o vía pública y fijarse en la gente que pasa. Si por ejemplo una persona iba caminando con el ceño fruncido y algo agitada, se ponía a imitar sus andares y entorpecía su camino. Los primeros instantes suelen ser desconcertantes para la persona, que no sabe si sentir irritación o sorpresa. Pero la mayoría de las veces lo que ocurre es que sonríen e incluso se paran para ver si el payaso juega con ellos un rato más. "Es la magia de lo inesperado", me contaba con emoción el payaso, y es que nuestras vidas son tediosamente monótonas. Un día transcurre tras otro y al final resulta que fue aquel momento de sorpresa que te sacó de tu pompa el que hizo que ese día fuera especial y memorable.

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