Carlos Colón

La máscara 'progre' del antisemitismo

La ciudad y los días

Stalin, después que Israel se alineara con EEUU, inventó el moderno antisemitismo disfrazado de antisionismo

10 de febrero 2023 - 01:34

La última máscara del antisemitismo es la de la izquierda anti israelí que se autodenomina antisionista, antiyanki-sionista o antifascio-sionista. Al antisemitismo cristiano siguió el moderno y racial de base darwinista y a este el antisionista y antisraelí. Hace unos días se intentó boicotear en la Complutense de Madrid -"fuera sionistas de la universidad", "la Complu es antifascista y antisionista"- la participación de la embajadora de Israel en un acto sobre los Acuerdos de Oslo. Más grave es lo de Colau suspendiendo las relaciones entre Barcelona e Israel, incluido el hermanamiento con Tel Aviv. "Hay que hacer un gesto contundente para invitar a trabajar por la paz", dijo. Una paz que, por lo visto, dado que tomó esta decisión tras reunirse con asociaciones pro palestinas, solo rompe el Estado de Israel al que la alcaldesa acusa de "violación sistemática de los derechos humanos".

Colau añadió -"excusatio non petita, accusatio manifesta"- que esta decisión "en ningún caso puede ser considerada como una discriminación a la población judía" por tratarse de "la crítica a un gobierno, no a un pueblo o una religión". Si esto fuera cierto, ¿por qué carga solo contra Israel y a favor de Palestina? Claro que se pueden criticar las políticas del gobierno de Israel sin por ello ser antisemita. Lo han hecho, porque es una democracia, muchos de los más grandes intelectuales israelíes, con Amos Oz, David Grossman o Abraham Yehoshua en cabeza, apostando por la paz seriamente, es decir, sin incurrir en el pacifismo utópico, entreguista o manipulado. "No me gusta la palabra pacifista, no niego la guerra cuando la creo necesaria -dijo Yehoshua-, [pero] asumo el compromiso del reconocimiento de los palestinos como un pueblo igual al pueblo israelí y con derecho a la autodeterminación. Tenemos un futuro común. No hay otra solución".

Las raíces de este antisemitismo de izquierdas disfrazado de antisionismo están en Stalin. No es casual que las purgas contra los judíos se iniciaran en la URSS en 1948, el año de nacimiento del Estado de Israel, y culminaran en 1952 con un discurso de Stalin al Politburó que debe sonar muy familiar a la izquierda antisemita/antisionista de hoy: "Todo sionista es agente del espionaje estadounidense. Los nacionalistas judíos piensan que su nación fue salvada por los Estados Unidos, allá donde ellos pueden hacerse ricos y burgueses".

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