Jerez íntimo
Marco Antonio Velo
Jerez, 1979: Choquet, Esteban Viaña, Manolo Benítez, Falconetti y Nadiuska
AUNQUE desde el Ayuntamiento se hable de "un paso adelante" al referirse a lo que ha sido la última edición de la Fiesta de la Bulería, la realidad, al menos para mí, es otra. Más que un paso adelante yo diría que es una patada adelante, porque los números de la misma, por mucho que se quieran maquillar o ni siquiera mencionar, son desastrosos. Recuerdo que en 2013, la última vez que este evento se realizó en la plaza de toros, apenas acudieron a la cita unas 1.200 personas. Entonces se habló de fracaso, de la necesidad de buscar un nuevo espacio para albergar este acontecimiento anual. No fue cosa de cartel porque contar con El Torta, Manuel Moneo, Argentina, Esperanza Fernández y María del Mar Moreno en el mismo no era moco de pavo.
El año pasado, con unas 1.300 incluyendo el protocolo, se habló de éxito, y de haber encontrar el sitio adecuado, el Alcázar. Además, el presupuesto, al contrario que en años anteriores, se redujo bastante. Sin embargo, de cara a esta edición se apostó por cambiar el formato vendiéndolo con tal vehemencia y seguridad en lo que se hacía que parecía que todo estaba arreglado. Pero hete aquí que Jerez es Jerez, y es una ciudad especial. El resultado es que por la Alameda Vieja apenas han pasado, siendo generosos, 2.500 personas, es decir, una media de unas ochocientas personas por día. ¿Significa eso dar un paso adelante? Más bien no y se demuestra que el problema de esta Fiesta de la Bulería, de la que tanto se habla cada agosto y septiembre, no es el formato. Quizás sea que en Jerez no se paga más de 10 euros por una entrada gracias a esa política del todo gratis a la que estamos acostumbrados, y que también, si hablamos de flamenco, el calendario está sobresaturado, no hay que olvidar que en julio y agosto hemos tenido 9 Viernes Flamenco y cada día contamos con infinidad de actividades gratis en tabancos y bares, e incluso las peñas cuando llega su época.
Entiendo que no se quiera hablar de fracaso, pero por lo menos no digan que están satisfechos, porque da la sensación que hablan para analfabetos. La verdad sólo tiene un camino y si hay que reconocer que las Casas Cantaoras han sido un fracaso, pues nada tenían que ver con aquel extraordinario montaje que en su día preparó José María Castaño, hay que decirlo. Porque de no ser por los autobuses de fuera el panorama hubiese sido de pena.
Evidentemente, no todo ha sido malo, porque confiar en los jóvenes jerezanos de 'Suena Jerez' ha sido un acierto, gracias también a la insistencia de Juan Alfonso Romero, que siempre creyó en ellos. El enclave también es interesante, aunque como reconocía el delegado, estaría bien que se le diese un cambio de cara con cierta inversión. De cualquier manera, no entiendo cómo en una ciudad como Jerez, donde su Ayuntamiento está endeudado hasta las cejas, se puede permitir el montaje de dos escenarios en dos enclaves distintos, y separados por unos metros, para programar actividades del mismo verano. Optimización de recursos, señores. Da igual que apuesten por el Alcázar o la Alameda Vieja pero hagan todo en el mismo sitio, porque después nos quejamos que no tenemos recursos. Si se tira el dinero en este tipo de cosas, luego no digamos que necesitamos un presupuesto mayor. Al final, porque al 75% del presupuesto no se llega con la recaudación ni soñando (tal y como dijeron desde Cultura días antes) habrá déficit y gordo, pero claro, como no lo pagan ellos...
También te puede interesar
Jerez íntimo
Marco Antonio Velo
Jerez, 1979: Choquet, Esteban Viaña, Manolo Benítez, Falconetti y Nadiuska
Confabulario
Manuel Gregorio González
Lotería y nacimientos
Paisaje urbano
Eduardo Osborne
La senda de Extremadura
La ciudad y los días
Carlos Colón
Hoy nace el Gran Poder
Lo último