Marco Antonio Velo
Jerez: la calle Don Juan, Luis Ventoso, Loreto y el gesto de María Luisa
La Crestería
Jerez de la Frontera/SON días de ilusión entre los cientos de devotos que año acuden a las plantas de la Madre para rezar, pedir algún favor y agradecerle a Ella esos pequeños milagros que fortalecen nuestra fe. Comienza la novena a la Santísima Virgen y es como volver a recobrar las mismas costumbres de siempre. Hacer lo imposible para llegar temprano y coger sitio en los bancos, saludar los amigos y devotos que cada año se reencuentran en la basílica, o entrar en la sacristía de los padres mercedarios para pedir una dedicación especial de la Misa a un familiar o amigo fallecido.
Los padres mercedarios atienden a todos y Javier Jiménez López de Eguileta cuida la liturgia como si fuera el último día al que vamos a tener la oportunidad de poder participar de la conmemoración de la Santa Cena del Señor.
La basílica está más iluminada que nunca y ese calor tan característico de estas fechas en lo que lo tórrido se convierte en humedad, también está presente y casi se diría que es hasta imprescindible en la novena de Nuestra Señora.
Por un lado, se pueden ver a los cofrades de la hermandad del Transporte que como cada año participan masivamente en estos cultos solemnes. De otro, Ana María Salas que saluda a todos. La camarera de la Virgen que siempre está pendiente de lo que falte.
También los devotos anónimos. Esos que tienen a la Madre en un cuadro en algún lugar de privilegio de la casa y que acuden durante todos los días para disfrutar de la celebración litúrgica.
Y la Virgen... La Señora que bajo su templete se muestra más bella que nunca rodeada de sus clásicos nardos que perfuman todo el templo durante todas las tardes.
Una Patrona enigmática que en un año definió al padre Felipe como “Madre de la Libertad”, que pocas definiciones le pueden venir mejor. La belleza serena, con su hijo entregándoselo a todo el pueblo pero que lo mantiene entre sus brazos. En definitiva los días de la Virgen. La preparación para volver a las raíces de miles de jerezanos. Jerez, una ciudad marcada por la bella estampa de su Patrona, la Santísima Virgen de la Merced.
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