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SE acabó el verano y al final hasta -desgraciadamente- sobraron jugadores. Los temores quedaron disipados, no vamos a tener que jugar al fútbol 7 y sí ha habido futbolistas que han querido venir al Xerez, aunque haya costado lo suyo convencerlos. Al final, plantilla completada.
Y sobre el papel, esta plantilla no parece peor que la del año pasado; cierto es que se fue Yordi, santo elevado a los altares xerecistas por los goles que salvaron la caída a los infiernos, pero no es menos cierto que el Xerez ni podía pagar lo que el isleño va a recibir en dos temporadas en el Córdoba ni debía hacerlo, que con uno ya es suficiente lastre. Pero con Bermejo y Calle, a la espera de comprobar la aportación de Sarmiento, la parcela ofensiva está más que bien cubierta, quizás mejor, con lo que se antoja que Esteban sale ganando con el cambio y además tiene a Antoñito, que no hay que olvidar que es otro fichaje al igual que Momo, Aythami, Viqueira, que parece que ya estaban aquí o que han llegado medio regalados pero que ha costado lo suyo convencerlos y ficharlos.
Para analizar los fichajes siempre hay que tener en cuenta el presupuesto con el que se cuenta,y en este aspecto el Xerez está limitado como se sabe; tampoco han ayudado ni las deudas del club ni que los jugadores se pusiesen en huelga ni que el presidente dijese que si se quedaba sólo tendría para pagar unos meses, porque la mala fama y la desconfianza lógicamente aumentan las garantías y avales que se exigen, y el Deportivo no está para alardes.
Sin mucho dinero, hay que echarle imaginación y negociar cesiones, como el verano pasado. Y así, más tarde de lo que hubiera deseado Esteban pero cuando se ha podido -no hay más que ver el aluvión de contrataciones que hubo el último día de plazo-, el Xerez ha completado una plantilla más que apañada.
Con los últimos en llegar -Silva y Martí Crespí- el Deportivo gana músculo y presencia, con lo que el eje del equipo parece consistente, y sólo haría falta que los nuevos por catar diesen la talla, tanto los extranjeros como los nacionales. Será complicado que todos los fichajes cuajen -no pasa ni en el Madrid ni en el Barça- y los que critican por sistema a Miguel Ángel -los mismos que el verano pasado alababan que con cuatro cuartos estaba confeccionando un equipo con hambre para luego darle palos a la primera ocasión- lo seguirán haciendo, pero entiendo que el director deportivo del Xerez ha cumplido sobradamente.
Pero como aquí no sirve nadie, y menos si es de la casa, ahora habrá quien le niege el pan y la sal a Miguel Ángel -y a Poyatos y a Monterrubio-, pero el trabajo realizado está ahí, y está ahí con los medios que se tienen. Un club endeudado y con sólo siete mil socios no puede aspirar a grandes fichajes -otro problema distinto es por qué está endeudado o por qué sólo hay siete mil socios-, y en el haber de Miguel Ángel queda una plantilla que sobre el papel está quizás hasta por encima de las posibilidades reales del club. Ahora es cuestión de trabajarla y exprimirla, y en eso Esteban es un número 1. Y si no, ahí está el mercado invernal, en el que Miguel Ángel se ganó el pasado enero el sobresaliente ¿O no?
La nota definitiva la pondrán a final de temporada Esteban y los propios futbolistas a lo largo de la competición, pero ya es sintomático que el propio entrenador y jugadores emblemáticos dejen claro que la plantilla les parezca buena.
Pero como pasó con Yordi la pasada temporada, a Miguel Ángel le van a recordar esta pretemporada por la jugada a Bajic -Colorado se salvó por la campana de quedarse sin ficha- pese a que su representante sabía desde principios de verano que no contaban con él; entiendo al serbiojerezano porque ha quedado en una situación complicada, tocado y hundido, sin poder desarrollar su profesión -aunque cobrando-; y dolido porque entiende que después de tanto tiempo no se merecía un trato así, pero ha sido la crónica de un descarte anunciado. Estas situaciones no benefician a nadie sino todo lo contrario, perjudican al futbolista y al club. Por eso hubiese sido deseable que no se llegase a esta situación, pero ni el representante de Bajic ha movido ficha ni el club fue capaz de buscar una salida a un jugador con contrato en vigor.
Total, que al Xerez al final le sobra un jugador. Dice el refrán que más vale que sobre que no que falte, pero en este caso es al revés: mejor hubiese sido que no sobrase nadie. Habrá que buscar una solución.
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