Personas convivientes comparten el 12% de sus bacterias, según un estudio publicado por la revista científica Nature. Incluso con personas que viven en nuestro mismo pueblo, podemos compartir un 8% de nuestra microbiota si existe contacto. Ya sabíamos que heredábamos bacterias de nuestras madres y que estas también pueden llegarnos a través de la lactancia materna. La leche materna es una importante fuente de bacterias que colonizarán el intestino del lactante, impidiendo que otras bacterias, en este caso patógenas, se asienten en él. Hay evidencia científica de esta transferencia bacteriana madre-hijo, cuanta más leche materna consumen los niños, más se parece su microbiota intestinal a la microbiota de la leche materna.

Por cierto, no sé si saben que la mayor parte de las células de nuestro cuerpo son bacterias, 40 billones, y 30 billones de células son humanas. Somos por tanto un macroorganismo, "mitad humano mitad bacteriano". Sin estos microbios no podríamos vivir, llevan a cabo miles de funciones en nuestro organismo.

Pero, ¿qué es la microbiota? Llamamos microbiota al conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo. No solo son bacterias, también hongos, virus y protistas y se localizan en lugares como la boca, la piel o el intestino. El profesor López Goñi, microbiólogo de la Universidad de Navarra, nos recuerda, al hilo de la publicación en Nature, que la composición y diversidad de la microbiota influye en nuestra salud. Entender cómo compartimos algunas de esas bacterias entre nosotros es fundamental para controlar las enfermedades. Este trabajo refuerza la hipótesis de que algunas enfermedades que consideramos no transmisibles, pero que sabemos que están influenciadas por la microbiota, pueden quizás tener un cierto grado de transmisibilidad. Este es el caso del cáncer o la depresión.

Existen cada vez más evidencias sobre que la diversidad de nuestras bacterias intestinales influye en el comportamiento y en nuestra actividad cerebral. A pesar de esto, la mayor parte de publicaciones en esta línea se refieren a experimentos realizados con animales. Hay pocos estudios realizados en humanos y con un numero de muestras reducido. Por otro lado, un estudio realizado en los Hospitales Ramon y Cajal de Madrid y Vall D'Hebron de Barcelona ya permite manejar "una firma microbiana" que permite la detección precoz del cáncer de páncreas, uno de los más letales. El 37% de las cepas bacterianas detectadas en el estudio publicado en Nature es totalmente desconocido. Y según la microbióloga Mireia Vallés, investigadora principal de dicho estudio, muchas de estas bacterias "desconocidas" son de las que más compartimos. Por tanto, de un tercio aproximado de la microbiota no tenemos información alguna. Queda mucho que investigar dada la importancia de estos microrganismos en el buen estado de nuestra salud.

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