Mi más sentido pésame, ¡miserables!

SÍ, os doy mi más sentido pésame a todos vosotros. A todos -y todas- los energúmenos ruines y rastreros que habéis paseado por las redes sociales -incapaces, las redes, de depurar tanta bajeza- lo poca cosa que sois, la vileza que condiciona vuestra actitud, la infame cobardía que marca vuestro carácter y la fétida 'pasta' de la que estáis hechos, muy mal hechos y también mal paridos pero, por desgracia, paridos y hechos. Y os lo doy, el pésame sentido, porque muy a vuestro pesar, más propio de repugnantes alimañas que de seres humanos, el maestro Francisco Rivera, 'Paquirri', ha pasado de la angustia de la UCI, a Sevilla, para ver nacer a su hija. Lo peor, mal que le pese a reptiles hediondos como vosotros, ya ha pasado: el maestro ha superado el riesgo cierto de muerte, parece que entre la chicuelina de 'su' Rocío y la media verónica de la 'Pilarica', le han dado una larga cambiada a la Santa Compaña. Por fortuna, no era ésta tu hora 'Paquirri'.

Si vosotros, bajunos y mezquinos, tuvierais la suerte de tener la posibilidad de atisbar -aunque fuese de lejos- el material del que suelen estar hechos los toreros -hombres valientes, que se mueven entre el riesgo temerario y la provocación del arte extremo-, tal vez nunca hubieseis albergado en vuestros podridos corazones las infamias que habéis escrito.

Es inútil tratar de razonar con imbéciles fanáticos e indecentes que, como vosotros, ignoráis lo que es el respeto a la libertad ajena. Es una absoluta pérdida de tiempo intentar confrontar opiniones con gentuza abominable que, como vosotros, desea la muerte de quien se entrega, con riesgo de su propia vida, a una profesión que hace del valor un arte, sólo por el simple hecho de no compartir su sentir. Es penoso comprobar cómo el odio que os consume estriñe vuestras analfabetas neuronas.

No sé, ni quiero saberlo, cómo se hacen las cosas en las alcantarillas que conforman vuestro mundo infecto, pero si sé cómo se hacen en el de las personas cabales, sensatas y razonables y, aunque es un lenguaje que queda muy lejos de vuestro limitado y patético alcance, os voy a decir, malnacidos -y malnacidas-, que es lo que nunca vais a conseguir, a donde no vais a llegar jamás y lo que tampoco vais a poder evitar.

No vais a conseguir prohibir la Fiesta Nacional, no de esa manera. Si queréis lograr la prohibición de las corridas de toros, haceros a la idea, cuanto antes mejor para vosotros, que tenéis, lo queráis o no, que cambiar el 'método'. El único camino que puede hacer real esa intención vuestra es el de la Ley. Elegid a vuestros representantes en las Cortes, tratad de tener el apoyo necesario para que puedan hacer una propuesta de ley que prohíba la fiesta de los toros y haced lo posible para que consigan el apoyo imprescindible para aprobarla. Cuando esto se cumpla, nosotros gritaremos, nos indignaremos y lloraremos de rabia, pero lo aceptaremos, al menos yo, porque será la Ley. Mientras esto no sea así, como ahora que se establece justamente lo contrario, los que estamos dentro de la Ley somos nosotros, así que gritad y protestad, si queréis, pero no tratéis de imponer.

No tratéis de imponernos nada por la fuerza porque a donde no vais a llegar, ¡jamás!, es a vencernos recurriendo a la violencia. Mirad, mamarrachos -y mamarrachas-, vivimos en un Estado de Derecho, quiere esto decir, bellacos, que aquí hay que respetar los derechos de todos, os guste o no. Quiere decir, fascistas obscenos, que aquí 'por cojones' o 'por ovarios' no os vais a salir con la vuestra y no lo vais a hacer porque no sé cuanto pesarán los vuestros -los cojones o los ovarios- pero seguro que no más que los nuestros.

Para terminar, lo que no vais a poder evitar de ninguna de las maneras, que os quede claro, es que renunciemos a mantener nuestra lucha dentro de la Ley -nosotros, sí- para defender nuestros legítimos derechos, ni tampoco que tengamos el absoluto convencimiento de impedir que nos avasalléis. Con la violencia no, olvidadlo.

A lo que importa: 'Paquirri' pronto contará los días para volver al ruedo, ¡bien! Ponce agradece a D. Juan Carlos su apoyo a la Fiesta: "Su presencia es un signo de libertad y democracia", ¡bien! Castella reclama "salir del armario y llenar las plazas, para evitar que se vulneren nuestros derechos fundamentales", ¡bien! Los toros vuelven a San Sebastián una vez desalojados los talibanes batasunos de Bildu del Ayuntamiento y TVE dobla su audiencia con la retransmisión de la corrida, ¡bien! Morante le echa narices y reivindica ante la policía, negándose a matar uno de sus toros, mayor contundencia contra los violentos inquisidores prohibicionistas anti taurinos, ¡bien!

Os acompaño en el sentimiento, miserables, Francisco Rivera Ordóñez se recupera, el arte del toro os supera, nunca acabareis ni con uno ni con otro..