La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

El texto más sagrado de los no sagrados

¿Cabe hacer reformas en ella? Sí. Pero no las queridas por quienes pretenden acabar con el Régimen del 78

El 6 de diciembre de 1978 la mayoría de los españoles sabíamos adónde queríamos ir y por eso 15.706.078 votamos sí a la Constitución frente a 1.400.505 que votaron no. Pidieron el voto favorable UCD, PSOE, PCE, AP (aunque en el Congreso ocho disputados de su ala búnker votaron en contra o se abstuvieron), PSA, PSUC, Pacto Democrático Para Cataluña, Unió del Centre i la Democràcia Cristiana de Catalunya, CCOO o UGT. Pidieron el voto negativo ERC, Euskadiko Ezkerra, Herri Batasuna, Liga Comunista Revolucionaria, Fuerza Nueva o Falange Española de las JONS (hace 43 años, como hoy, la oposición a la Constitución unía a los independentistas radicales, la extrema izquierda y la extrema derecha).

Sabíamos adónde queríamos ir, pero no si llegaríamos. Sólo hacía tres años que había muerto Franco tras 36 de dictadura, dos que Suárez había sustituido a Arias Navarro y uno que habíamos votado en las primeras elecciones libres. También sabíamos adónde queríamos ir cuando votamos aquel 15 de junio de 1977: mayoría del centro democrático (165 diputados) y de un PSOE (118) que desde su Congreso de 1972 había emprendido el camino socialdemócrata que ratificaría en los de 1974, 1976 y 1979; mientras que AP sólo obtuvo 16 diputados y el PCE 20, pese a actuar en la Transición con tanta lealtad responsable: recuérdese su respuesta a la matanza de Atocha en enero de 1977, perpetrada por terroristas de extrema derecha que también, como los etarras, querían bloquear el camino a la democracia.

Las incertidumbres eran muchas. Había rumor de sables en los cuarteles y estruendo de tiros etarras en las calles. ETA asesinó más, para derribarla, cuanto más avanzaba la democracia: 17 asesinatos en 1976, 11 en 1977, 64 en 1978 y 84 en 1979, el año de las primeras elecciones constitucionales; desesperados porque no podían acabar con la democracia, siguieron asesinando más y más -93 víctimas en el negro 1980-.

43 años han pasado. En los más de dos siglos de nuestra historia contemporánea no se han vivido tantos años de libertad, paz y progreso amparados por la Constitución. ¿Cabe hacer reformas en ella? Sí. Pero no las queridas por quienes pretenden acabar con el Régimen del 78. Si Valdano dijo que el fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes, la Constitución es el texto más sagrado de los textos no sagrados.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios