La torrija del Ikea

Ikea no se conforma con vender torrijas sino que además las pone en oferta, como si fueran muslos de pollo

Siempre he pensado que la señal inequívoca de que el fin del mundo habría llegado sería que Mc Donald sacara una hamburguesa de cazón en adobo. Ese día Belzebú se habría apoderado de la creación divina y a partir de ahí el mundo se partiría a pedacitos convirtiéndose en carne picá con mucho pitraco… dicho en lenguaje gaditano que está ahora de moda.

Pero el fin del mundo está cerca… a pocos kilómetros, porque Ikea ha sacado una torrija y lo anuncia en grandes carteles puestos en los alrededores de Jerez, uno de los grandes baluartes de este dulce que tantos momentos de felicidad nos ha dado.

Pero la multinacional no se conforma solo con sacar su versión del dulce cuaresma sino que lo pone de oferta, como si fueran muslos de pollo, y las vende a 2,99 euros con un presunto café incluido. No se sabe si en la oferta va incluido ponerle por encima sirope de arce… porque no te extrañe que la gente allí le ponga en vez de miel de Cuartillos sirope de arce… o, peor aún, Nutella, que es lo que se le pone ahora a todo por lo alto.

Mi sobrino Mauro, que me alertó de los hechos, dijo que tuvo contacto visual con el artefacto torrijil y cuando le pregunté si creía que estaba hecho con pan brioche me dijo que por la dureza de la miga, él cree que el pan estaba hecho más que de brioche, de broche de cremallera de rebequita de entretiempo. "Más que miel, yo creo que esto lleva por lo alto barniz semiporoso".

Ya me estoy imaginando en el centro de desarrollo de grandes roperos y otras cosas de guardar de Ikea en Suecia, a un escandinavo diseñando con escuadra y cartabón la torrija perfecta. Ponte tú que se llame Gonen Torrijonen, nacido en Estocolmo. El chiquillo ya destacó de chico porque construyó una butaca de las que se balancean con fideos finos y palitos de cangrejo. Más tarde fichó por la multinacional. Su primer gran éxito fue la perritocalentolen, una fuente especial para servir perritos calientes, y ahora le habían encargado lo de la torrija.

La hizo de Pambimbolen y el hombre no compendíia por qué las torrijas tenían formas cambembas… Los suecos siempre han sido muy cuadraos. Las mojó en leche condensada para darle más cuerpo y aquello era tan empalagoso que cuando se la dio a probar a su señora, la ingeniera de caminos Onia Bambolen ,esta le dijo: "Que el Niño Jesús de Praga te perdone".

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