Jerez íntimo
Marco Antonio Velo
¿Por qué la Hermandad de la Borriquita se ha llevado este año la palma de las zambombas jerezanas?
FORMAN parte indisoluble del paisaje primaveral y veraniego jerezano. Se les denomina también golondrinas, aviones, según personas y regiones de España, pero yo me quiero referir a los Apus apus y Apus pallidus o vencejo común y vencejo pálido, que son los que surcan los cielos andaluces. Son unos animales fascinantes. Su nombre científico alude a su condición de 'sin patas' porque sus extremidades inferiores están atrofiadas y no pueden usarlas, razón por lo cual si caen al suelo no pueden alzarse y mueren de inanición. Por ello, si por cualquier causa han caído al suelo, lo mejor es cogerlos e impulsarles al aire, ellos solos remontarán el vuelo. Esa es la razón por la que nunca se les ve posados; siempre en vuelo. Sólo tocan suelo cuando están criando en huecos, grietas… cualquier pequeña oquedad que les sirva para hacer un nido donde sacar adelante a su prole.
Claro, si no se posan, pensaran ustedes: "¿cómo duermen?". Pues eso es lo curioso, no se ponen de acuerdo los científicos: si es que no duermen o duermen en el aire, suspendidos y ayudados por sus alas a altitudes considerables. Caso casi único en la ornitología mundial.
Son completamente insectívoros, gran ayuda a la población humana. Consumen ingentes cantidades, siendo capaces de desplazarse cientos de kilómetros en busca del plancton aéreo. Durante ese tiempo los pollos pueden estar algún tiempo sin comer.
Sin embargo, como sucedió este mes de mayo, si los temporales de lluvia se prolongan, acaecen grandes mortandades de jóvenes y adultos.
Son estivales, por eso en otoño e invierno nos abandonan para irse a sus cuarteles africanos. Vuelven por primavera. Ya lo dice el refrán: "Por San Olegario, el vencejo al campanario". Les recomiendo encarecidamente que en estas tardes de verano acudan a la Alameda Vieja, al atardecer y refrescar la tarde. Los coros de vencejos con sus bonitos cantos alegran desde hace cientos de años los anocheceres jerezanos.
Y ya saben: si encuentran algún adulto por el suelo, un impulso y …a los cielos de Jerez.
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