La inquietante pregunta de la encuesta del CIS

Resulta engorroso tener que recordar a estas alturas que la libertad de prensa es uno de los pilares de la democracia

En el último barómetro especial del CIS se ha incluido una pregunta que, además de inquietante, es del todo inaceptable: "¿Cree usted que en estos momentos habría que prohibir la difusión de bulos e informaciones engañosas y poco fundamentadas por las redes y los medios de comunicación social, remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener libertad total para la difusión de noticias e informaciones?". Por lo pronto, se observa una redacción que, como mínimo, se podría calificar de tramposa, porque induce claramente al encuestado a responder de forma afirmativa, como así ha ocurrido en más del 66% de los casos. ¿Quién no va a preferir una fuente oficial a un bulo o engaño de incierta procedencia? Además, omite una realidad claramente contrastada por cualquiera que tenga alguna experiencia en la profesión periodística: no siempre las fuentes oficiales son desinteresadas y transparentes. Asimismo, crea una peligrosísima identificación entre la libertad de prensa y desinformación, cuando la observación de la Historia nos indica todo lo contrario, que son los regímenes en los que no existe dicho derecho donde más se manipula la información y se miente a la ciudadanía (precisamente por fuentes oficiales).

Parece claro que la irrupción de las nuevas tecnologías y, sobre todo, de las redes sociales ha favorecido la eclosión de una subcultura del bulo que puede llegar a ser muy nociva para la sociedad. Pero, hoy por hoy, al igual que siempre, la información independiente, veraz y contrastada sólo se encuentra en los medios profesionales como éste, no en las fuentes oficiales ni en las redes sociales. Eso no significa que no se busquen fórmulas nuevas para perseguir con eficacia a ese terrorismo informativo digital que los primeros teóricos de la democracia y la prensa libre no pudieron prever. No es malo que el Gobierno tome medidas para evitar la proliferación de fakes y bulos en internet, pero eso nunca puede ser a costa de limitar una libertad informativa que, insistimos, sólo puede ser garantizada por la prensa independiente. Es el periodismo el que debe controlar al poder político, no al contrario.

Resulta engorroso tener que recordar a estas alturas que la libertad de prensa es un pilar fundamental de la democracia y que cualquier tentativa de limitarla sólo puede ser considerada como un ataque directo a la misma. El Gobierno debe dar inmediatamente una explicación sobre la inclusión de esta pregunta en el barómetro especial de abril.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios