Aleix Espargaró y Jorge Martín, pilotos de Moto GP, lo pasan en grande en una bodega de Jerez: "Escaparse al sur siempre es una buena idea"
El catalán lo dio todo en la ciudad de Jerez donde asistió a la boda del trebujenero Juanjo Lobato
La ciudad de Jerez resulta irresistible en cualquier época del año. La alternativas que ofrece para pasarlo en grande son numerosas y de lo más variadas, de modo que logra atraer a público de todo el mundo. Si no, que se lo pregunten a Aleix Espargaró, el expiloto de motociclismo que ha disfrutado de un completo fin de semana en el municipio jerezano.
El catalán ha compartido un carrusel de imágenes en su perfil de Instagram, donde cuenta con más de 1,3 millones de seguidores, en la ciudad de Jerez. La primera de ellas es un selfie junto a su pareja, Laura Montero, en la siempre concurrida plaza Plateros, en el centro jerezano de noche y ya con el alumbrado navideño encendido. Las sucesivas muestran el verdadero motivo que le ha traído a tierras jerezanas, la boda del ciclista trebujenero Juan José Lobato del Valle, más conocido como Juanjo Lobato, profesional entre 2011 y 2023 con Judit Diago. Juntos aparecen en la segunda foto con el salón de celebraciones de fondo de las Bodegas Luis Pérez. Entre otros invitados a la boda, Espargaró compartió momentos con el campeón del mundo de Moto GP en 2024, Jorge Martín.
En virtud de las fotografías compartidas, con el texto "escaparse al sur siempre es un acierto, pero si encima es una boda tan top, aún más!", no cabe duda de que el enlace resultó todo un éxito y que durante el fin de semana, Aleix Espargaró y Laura Montero disfrutaron de su paso por la ciudad en la que pudieron admirar la Catedral de Jerez y el gran ambiente navideño. Cabe recordar que, esta localidad cuenta con muchos aficionados al mundo del motor y una estrecha vinculación con los pilotos que compiten en el Circuito de Jerez-Ángel Nieto.
Bodegas Luis Pérez
El enlace entre Juanjo Lobato y Judit Diago tuvo lugar en un escenario único: La Hacienda Vistahermosa Bodegas Luis Pérez. Este caserío del año 1844, posee tres salones y ha sido restaurado conservando todo su encanto.
El complejo dispone de dos patios exteriores con vistas a las 17 hectáreas de viñedo, uno de estilo más clásico y otro, andaluz. Por otro lado, cuenta con un coqueto caserío de piedra restaurado del siglo XIX para servir el aperitivo o realizar ceremonia.
Lo más llamativo, quizá sea el salón de celebraciones con muros de cristal, con capacidad para 362 comensales y con una magnífica acústica, y un mirador con suelo de vidrio para disfrutar tanto de la campiña gaditana como de la sala de barricas, en la planta inferior. Contrasta con el resto de la hacienda por sus líneas vanguardistas.
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