A ti que vienes de fuera a Jerez, en Navidad: "La Zambomba de Jerez es una tradición, no un festival y no estoy dispuesta a cambiar por ti"
A pocos días de Nochebuena, un vídeo recoge el sentir de muchos jerezanos tras recibir con los brazos abiertos a miles de personas de diferentes partes de España que, a lo mejor, no entienden esta tradición jerezana
“Soy jerezana y me encantan las zambombas, pero esto se nos ha ido de las manos”
A lo largo de sus siglos de historia, el municipio de Jerez, el quinto más importante de Andalucía, ha demostrado que sabe acoger a todas las personas que llegan de fuera. Los vecinos de la ciudad, de carácter afable, dan la bienvenida siempre a los forasteros y curiosos que visitan la ciudad, los agasajan con su hospitalidad, recomendaciones y buen vino.
Estos días, en la recta final de la celebración de las Zambombas de la Navidad 2025, muchos y muchas hacen balance o, cuando menos, ya han construido sus propias impresiones sobre estos días en los cuales las calles del centro han estado a rebosar. "El 90% de los que estamos aquí somos de fuera. Quería ir a una zambomba en Santiago, he preguntado a varias personas por la calle y ninguna me supo decir porque no eran de Jerez. Al final, no he podido llegar", comentaba un extremeño a otro en plaza de Belén el pasado sábado 13 de diciembre, mientras amagaban con participar a su manera en la Zambomba de la Hermandad del Cristo. 'A su manera' porque él y el grupo que le acompañaba pedían al coro sentado en torno a la hoguera una canción que pudieran bailar, cantaban villancicos que no eran jerezanos y mucho menos flamencos, y lejos de bailar algo similar a una bulería, saltaban y brincaban abrazados en corrillo...
Precisamente, la agencia de marketing jerezana Briosso´s Marketing ha publicado recientemente un curioso vídeo en el que se dirige precisamente "a ti que vienes de fuera" y describe el generoso trato que Jerez dispensa. La voz en off de su paisana más universal, Lola Flores, relata el grado de acogida, para seguidamente poner líneas rojas. Está dispuesta, dice, a dejar pasar que se les escapé alguna vez zambombá en lugar de zambomba, "pero el alma no voy a dejar que me la toques". "Aquí la Navidad no suena a murmullo. Suena a risas y a alegría, pero a compás, por favor. Aquí no hay edades. Dejo pasar a todo el mundo. Aquí no se viene a observar, se viene a participar y si no te lo sabes, no pasa nada, se improvisa que para eso está el vino".
Con imagénes de la ciudad en estas fechas, de gente cantando, bebienod y bailando, La Faraona contnúa para precisar algunos aspectos que caracterizan a una auténtica zambomba. Mi Navidad no está en un escenario. Está en una barriada cualquiera. Y permíteme que me ponga seria, pero no quiero otra cosa que no sea el canto de mi tierra en Navidad. Porque esto es una tradición, no un festival", aclara, algo que a quienes vienen de fuera quizá les cueste respetar, quizá por ignorar que esta expresión de la Navidad fue declarada Bien de Interés Cultural en 2015 y se debe proteger.
Porque a mí no me hace única ni mi apariencia, ni mis abalorios, ni mis joyas. Gente guapa hay en todo el mundo, eso no nos hace diferentes. A mí, como a ti, me aúnica mi alma y yo te doy lo que tú quieras, pero no estoy dispuesta a cambiar por ti. Una zambomba es mucho más que un instrumento. Es el alma de una tierra".
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