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¿Cuál es el futuro del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco?

  • La Junta duda aún sobre si trasladar la totalidad del centro al nuevo espacio en la Plaza Belén o establecer un nexo entre ambas propiedades, manteniendo el CADF en el Palacio Pemartín y creando una subsede en el Museo

Una imagen de las obras del Museo del Flamenco.

Una imagen de las obras del Museo del Flamenco. / Pascual

A año y medio para que la construcción del Museo del Flamenco de Andalucía sea una realidad, el futuro de entidades como Centro Andaluz de Documentación del Flamenco sigue sin estar claro. El acto de la colocación de la primera piedra la pasada semana, que atrajo hasta Jerez a la consejera de Cultura Patricia del Pozo, no ha servido para esclarecer qué ocurrirá con esta institución, que tiene su sede en el Palacio Pemartín.

Inicialmente, el proyecto para el museo recoge una parte destinada al Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, concretamente según se recoge en la web de la empresa encargada de la construcción, Díaz Cubero, contará "con casi 800 metros cuadrados" e irá destinados en los terrenos anteriormente ocupados por el Zoco de Artesanía.

Sin embargo, el traslado de todo el archivo que conforman a día de hoy los fondos del CADF y el pertinente abandono del Palacio Pemartín, fue puesto en duda por el actual gobierno andaluz, que siguiendo las recomendaciones de muchos investigadores, instituciones y personalidades del mundo del flamenco, ha recelado siempre de ese posible cambio o mejor dicho, ha mostrado un discurso ambiguo y poco claro.

Pruebas de esta situación de incertidumbre fueron las palabras el pasado miércoles de Patricia del Pozo que no concretó cómo y qué contenidos de este equipamiento pasarán al nuevo emplazamiento. La consejera de Cultura señaló que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento tienen que sentarse en los próximos meses para analizar si este nuevo espacio puede albergar todos los fondos existentes en Pemartín y si la sede actual continuará o no vinculada al Centro de Documentación.

La opción que maneja la Junta, aunque no es definitiva, es mantener el flujo de comunicación existente entre la sede actual y el nuevo museo, una de las opciones que se ha defendido desde distintos colectivos afines al flamenco. ¿Qué quiere decir esto? Simplemente que el futuro espacio diseñado en la Plaza Belén seguiría contando con una parte destinada a la documentación, como así se recoge en el proyecto enviado a Europa, sin que ello suponga la salida del CADF del Palacio Pemartín.

El inicio de la idea

La idea de cambiar de sede al Centro Andaluz de Documentación del Flamenco se conoce a principios de 2018, cuando se dan los primeros datos sobre el proyecto. De hecho, tras conocer el planteamiento de la Junta, entonces gobernada por el Partido Socialista, la propia alcaldesa de la ciudad, Mamen Sánchez deja claro a mediados de marzo que el edificio "no va a quedar abandonado", garantizando que el Palacio Pemartín "tendrá contenido al día siguiente al traslado del último documento".

Sánchez llegó a ir más lejos diciendo que "el centro de documentación se va a trasladar a un espacio más amplio, dotado con las nuevas tecnologías, para que cualquiera pueda investigar. Hoy, por falta de espacio, cuando se pide una documentación no está disponible antes de dos horas". Estas afirmaciones no sólo enojaron al personal del propio CADF sino que ponían de manifiesto un completo desconocimiento sobre cómo funciona esta institución. 

La entonces directora del Instituto Andaluz del Flamenco, María Ángeles Carrasco, también defendió la propuesta destacando que el único fin de esta iniciativa era "la mejor conservación y accesibilidad” al Palacio de Pemartín.

La decisión provocó una oleada de quejas por parte de muchos investigadores y personalidades del mundo del flamenco (entre ellos el propio Caballero Bonald), que llegaron a enviar un manifiesto con sus respectivas firmas, pidiendo la reconsideración de la idea. También avalaron esta iniciativa instituciones como el Centro de Estudios Históricos Andaluces y la Cátedra de Flamencología y Estudios Folclóricos Andaluces.

Del mismo modo, el asunto fue llevado a pleno municipal el 26 de abril de 2018, una propuesta que no salió adelante tras la abstención de PSOE y Ganemos, pero que sí defendieron Izquierda Unida y Partido Popular. 

Una imagen del Palacio Pemartín, sede del CADF. Una imagen del Palacio Pemartín, sede del CADF.

Una imagen del Palacio Pemartín, sede del CADF. / Manuel Aranda

El Palacio Pemartín y el flamenco

La actual sede del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, a expensas de la decisión de la Junta sobre si traslada o no por completo el CADF a las instalaciones del futuro Museo del Flamenco de Andalucía, lleva ligada al arte jondo desde hace casi 32 años. 

Fue el 12 de diciembre de 1985 cuando quedó constituida oficialmente la Fundación Andaluza de Flamenco, la institución con la que arrancaría el vínculo con del palacio con el flamenco. No obstante, hasta el 9 de junio de 1987, cuando se aprobaron sus estatutos, no comenzó a funcionar totalmente. 

El Ayuntamiento cedió el inmueble, que estaba visiblemente deteriorado, para la puesta en marcha del proyecto de Fundación, asumiendo el coste de la rehabilitación diferentes entidades, entre ellas la antigua Caja de Ahorros de Jerez. De hecho, a la hora de crear dicha fundación, se establecieron una serie de patronos entre los que estaba la propia Caja, además del Ayuntamiento, Diputación de Cádiz y la Junta.

En julio de 1993 se acuerda la extinción de dicha fundación para crear de forma simultánea el CADF, que según se recoge en el BOJA, se dedicará a la salvaguardia y promoción de las manifestaciones artísticas, literarias y musicales relacionadas con los cantes, bailes y toques de guitarra del arte flamenco; así como su investigación, recuperación, enseñanza, recopilación y divulgación. Su nacimiento será exactamente el 21 de noviembre de 1993, cuando se publica el decreto en el Boletín Oficial de la Junta. Entre los detalles de su puesta de largo destaca el hecho de que "siempre permanecería en Jerez y su ubicación continuaría en el palacio" que constituía entonces sede de la fundación.

El trasvase, no obstante, no se concretará hasta pasados tres años, en 1996, cuando todo el legado de la Fundación pasa "a título gratuito a la Junta", merced al decreto 281/1996, para incorporarlo a su listado de Bienes e Inmuebles y destinarlo a sede del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco. 

También quedará patente el vínculo entre flamenco y Palacio Pemartín en el expediente para su declaración como Bien de Interés Cultural, en 2007. En dicho informe se reconoce que "el inmueble es testigo e imagen de la institución encargada de la conservación del legado documental del flamenco y de su difusión".

Con todo esto, ¿qué hará la Junta con el Palacio en caso de decidir su traslado completo? ¿Qué futuro le espera a una instalación declarada BIC?

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