Las asociaciones de arte sacro alertan de las piezas hechas en Pakistán o Bangladesh: "Son de baja calidad y producción irregular"
Los profesionales del sector denuncian la competencia desleal de estos talleres que plagian diseños e incumplen normativas laborales
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Las asociaciones de arte sacro de Andalucía, entre las que se encuentran las de Sevilla, Cádiz, Málaga y Córdoba, han alertado de que en la actualidad está proliferando la adquisición por parte de hermandades de enseres realizados por talleres situados en países extranjeros como Pakistán o Bangladesh que no solo tienen baja calidad sino que son fruto del plagio del trabajo que estos artesanos llevan realizando mediante una tradición y técnicas centenarias. Además, advierten de que en estos no se cumplen con la normativa laboral.
En un comunicado conjunto suscrito por la asociación gremial Arte Sacro de Sevilla, la entidad GadesArt, el Gremio de Arte Sacro de Málaga y la Asociación Profesional Cordobesa de Arte Sacro, apunta que desde hace años el colectivo cofrade está sufriendo "un auténtico bombardeo incesante" de la publicidad de "supuestas empresas" "que se comprometen a realizar piezas cofradieras, en particular bordados en oro al estivo sevillano, además de cordonerías, hilaturas y galonerías". En este sentido, denuncia que, "en muchos casos y con total impunidad", utilizan "fotografías de piezas que hemos creado nosotros" con el objetivo de intentar confundir al potencial cliente de que son piezas propias del taller que se publicita o que "son capaces de replicarla tal cual, lo que supone una flagrante violeación de todos los derechos mercantiles y de regulación de competencias".
Estas asociaciones alertan de que estos talleres actuán con impunidad "gracias a su carácter de extracomunitarios" —los sitúan en países como Pakistán o Bangladesh— "y la naturaleza tan específica y localista del sector vulnerado en sus derechos". "Ello genera confusión y engaño en sus potenciales compradores, quienes terminan siendo víctimas de un fraude", agrega.
Acto seguido, advierten de que estos talleres incumplen "cualquier normativa o legislación de todo tipo", ya sea laboral o tributaria e inciden en que las piezas que realizan técnicamente, "no tienen, ni de lejos, la calidad ni los valores plásticos y artísticos de las piezas realizadas" por los profesionales del sector del arte sacro. A su juicio son enseres "que no resistirán el paso del tiempo ni tendrán la ergonomía necesaria para el uso, manipulación frecuente y colocación de una prenda de esta naturaleza", además de que no cuentan con "opciones de arreglo, reparación o pasado, estando realizados en hilos de plástico de aspecto metálico con poca variedad y escaso valor artesanal".
Asimismo, apuntan que estos talleres "plagian dibujos y creaciones de nuestros artistas o diseñadores o de prendas ya existentes" o bien "realizan extrañas composisicones ornamentales buscando un golpe de efecto, pero en ningún caso la nobleza artística de los diseños de piezas".
"Ser una cofradía humilde no justifica estos encargos"
En el comunicado, el sector del arte sacro sostiene que, aunque existan "cofradías humildes" y con escasos recursos económicos "no justifica este tipo de encargos pues se pueden realizar piezas de valor artístico que revistan con unción las imágenes y la cofradía con otras variantes de técnicas o procedimientos". Así, cita, por ejemplo el bordado de aplicación "al que han recurrido bastantes cofradías modestas con resultados excelentes y conocidos".
Estas asociaciones inciden, además, en que esto no está ocurriendo únicamente en el bordado sino que también "afecta a otras disciplinas como la talla en madera, el dorado o la orfebrería". Incluso, apuntan que se han llegado a encargar restauraciones o retoques de piezas "a personal que emplean estas técnicas a bajo coste, lo que daña de manera irreversible las piezas".
Finalmente, los profesionales del arte sacro reivindican su trabajo recordando que las piezas artesanales de las cofradías e iglesias "siguen despertando la admiración sin límites después de siglos de búsqueda y experiencia por los diferentes oficios y gremios, a través de unos conocimientos que se han ido transmitiendo de generación en generación convirtiéndose así en un patrimonio inmaterial añadido de gran valor". Por ello, apuntan que las piezas que realizan "no son meros objetos de consumo fáciles de imitar" sino que "enaltecen y arropan a las imágenes religiosas y las creencias o devociones a través de un particular y específico código artístico que se ha ido decantando a través de siglos y llevan consigo un esfuerzo artístico, técnico e, incluso, vital que solo es entendibleen las coordenadas de la celebración de la Semana Santa andaluza".
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