El Rocío 2019

El vehículo celeste de la familia Bellido Jiménez

  • Las peñas ‘Las Roás’ y ‘Los Pelotitos’ siempre llevan el colorido a la romería con su singular tracción mecánica

La familia Bellido Jiménez junto a su vehículo celeste.

La familia Bellido Jiménez junto a su vehículo celeste. / Manuel Aranda (Jerez de la Frontera)

No se quedó en las ‘roás’. Un todoterreno de los antiguos con un atractivo color celeste se internaba por las arenas como si de un acorazado por el océano se tratara.

Es el coche de Vicente Bellido. “Cada año lo pinto de un color distinto y este le ha tocado al celeste. Más que nada porque fue el primer color que vi. Y aquí lo tienes”, comenta Vicente. Inmediatamente saca una copita de palo cortado mientras el motor descansa tras subir hasta el Cerro de los Ánsares.

Vicente Bellido es quien regenta un establecimiento hostelero clásico de Jerez. Se trata del tabanco Jiménez. Este lugar siempre fue llamado y conocido como el antiguo tabanco ‘El Cazador’ y está en la calle Taxdirt. Entre el barrio de Santiago y el Calvario. Es el lugar donde siempre se ha despedido a la Piedad con saetas gitanas a su vuelta en la madrugada del Viernes Santo. Sn embargo, además de ser una familia muy vinculada con el Prendimiento y la Piedad, Bellido comenta que “siempre he sido rociero. Comencé de niño con la Peña El Pegamento, en la calle Oloroso”, asegura Vicente.

Vicente y su señora llevan a su hija en el capó del coche celeste y a su familia detrás. “Venimos con las peñas ‘Las Roás’ y ‘Los Pelotitos’. Dos grandes peñas rocieras en Jerez”, asegura Vicente. La familia Jiménez de siempre ha regentado este clásico bar de Jerez. Ahora le toca a Vicente desde hace ya siete años llevar adelante el establecimiento, con ricas tapas y una buena clientela. Y cuando llegan los albores de la romería, pinta su coche y se lanza a las arenas.

Ya se sabe que son conocidas estas peñas que viene también ha hacer una gran labor entre el ambiente rociero de la ciudad. Jerez, es una de las poblaciones que mantiene a más peñas. Esas asociaciones que piensa durante todo el año con la Reina de las Marismas y prepara con primor el esfuerzo que siempre significa hacer la romería y llegar a la aldea del Rocío para parar en una casa.

 Este año Vicente Bellido va con su vehículo color celeste como el cielo de Doñana. La romería del año que viene no se sabe de qué color irá. Sí se puede asegurar que en su interior siempre habrá buena gente y buenos rocieros jerezanos. Con independencia de cómo vaya pintado el coche.

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