Alegato a favor de la libertad de prensa en la Super Bowl
El intermedio más visto
The Washington Post, el periódico de Jeff Bezos, emite un spot con el lema "la democracia muere en la oscuridad" en el intermedio más caro del mundo
Unos 100 millones de estadounidenses, de media, habrán visto la final del campeonato de fútbol americano, la Super Bowl (ganaron, de nuevo, los Patriots en un partido de especulación, por si quieren estar a la última en conversaciones de postureo) y en el intermedio deportivo no baja el personal, más bien al contrario, para ver (o adivinar) a los famosos que aparecen en los anuncios. Entre los rostros de este años ya se sabía que figuraban Harrison Ford, Sarah Jessica Parker o Steve Carell.
El más llamativo, por singular y porque suele ser una ventana comercial y no abierta tanto a la reivindicación contundente, ha sido el spot del rotativo The Washington Post, en un alegato en favor de la libertad y el trabajo periodístico, con la aparición de reporteros y momentos históricos, y la foto del asesinado activista saudí Jamal Kashoggi, colaborador de dicho medio. La voz en off del anuncio del periódico de Jeff Bezos es la de Tom Hanks, que pronuncia que "la democracia muere en la oscuridad", en clara alusión a las fake news y sobre todo al presidente Trump, enemigo acérrimo de Bezos, en pleno proceso de divorcio.
"El conocimiento nos hace libres" es otra de las proclama de un spot que rompe la línea habitual de este intermedio deportivo. En otras ocasiones han existido alegorías patrióticas, en la piel de Clint Eastwood, por ejemplo, pero sin este cariz de impacto sobrio de la narración de Hanks.
La cadena CBS, que retransmitió el partido en esta ocasión, cobró entre 5,1 y 5,3 millones de dólares por cada 30 segundos.
Lo habitual suelen ser superproducciones condensadas, como la inserción de la cerveza Bud Light con el universo de Juego de Tronos, serie en cuenta atrás para su recta final.
Bezos también estuvo presente con otro cariz en otro generoso anuncio, por medios y duración, el de Amazon, donde aparece Harrison Ford como el dueño de un cánido que se comunica con el altavoz Alexa para hacer pedido de su comida. Alexa era realmente la protagonista del spot, dueña de la luz de Estados Unidos.
Y en ese estilo 'clásico' de espectacularidad, unos aperitivos indispensables en un intermedio para los norteamericanos, los Doritos. En esta ocasión en ese ambiente vintage que casa bien con este momento estelar, la compañía Pepsico rescató a los Backstreet Boys junto a una figura del momento para los jóvenes estadounidense de hoy día, Chance the Rapper. La conjugación de millennials con la generación nativa digital.
Steve Carell era el rostro de Pepsi, otra marca fundamental en este escaparate deluxe, y la cerveza Stella Artois busca cuota en EEUU a costa de un cliché como el exquisito mundo de Sexo en Nueva York y Sarah Jessica Parker.
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