El divulgador Frank Cuesta, crudo y sincero en sus opiniones, insiste en la difícil salida que tiene el juicio de Daniel Sancho por la muerte de Edwin Arrieta, sobre la que sus defensores esgrimen que sucedió tras un forcejeo y en defensa propia y que el descuartizamiento posterior fue una reacción de miedo. En similares términos se ha expresado en la docuserie de HBO Max el padre del acusado, el actor Rodolfo Sancho. Cuesta resume en que es una mala estrategia ante la implacable justicia tailandesa. 

Cuesta ha aparecido este fin de semana en un vídeo del youtuber Javi Oliveira para exponer con toda franqueza sus opiniones que lleva vertiendo desde meses atrás. "Sólo hay dos opciones: pena de muerte o cadena perpetua", reconoce el ex marido de Yuyee, que durante años bregó por su defensa por la acusación de llevar una ínfima cantidad de droga encima. Un caso donde se mezclaban oscuros intereses de las autoridades tailandesas, la dudosa labor policial y represalias contra el herpetólogo y naturalista, que denunciaba a los cazadores furtivos de aquel país.

Rodolfo Sancho en Koh Samui

Es un buen conocedor de los entresijos y funcionamiento del derecho tailandés. "Si tú estás tocando los cojones y te dan cadena perpetua, tienes mucha suerte. Te van a dar la pena de muerte, seguro", advierte al saber de una actitud arrogante del acusado, Daniel Sancho, a lo largo de estos días de juicio. Panorama lal que no ha ayudado la posición de su padre en la docuserie, entrevista con la que habría conseguido necesarios fondos para sufragar todos los gastos de este juicio.

Frank valora el silencio y segundo plano de la madre del acusado, Silvia Bronchalo, y no así de Rodolfo, por sus palabras y talante ante las cámaras, definiéndolo como "prepotencia pura y dura", lo que agrava una futura sentencia. Y lamenta del padre de Daniel Sancho que califique de "tipo" a la víctima, Edwin Arrieta. "Estás hablando de una persona que sabes que tu hijo lo ha matado y lo ha cortado en trozos. Ya no es empatía", se horroriza Cuesta por lo  que podría empeorar aún más los resquicios para que el acusado español consiga un veredicto lo más magnánimo posible. Aunque la defensa está peleando por una absolución, observa que es prácticamente improbable.