Lo que sigue siendo a día el programa La noche en 24 Horas es por la puesta en marcha del formato que trazó Vicente Vallés en 2008, en vísperas del apagón analógico y cuando parecía que el canal informativo de TVE iba a consolidarse con fuerza en la TDT. A fin de cuentas el espectro actual en abierto pedía variedad, diversidad y pluralidad. Pero con los años, tal como ha pasado con el bipartidismo, el espectador duda entre un puñado reducido de canales cuando se pone a zapear ante el televisor, las principales cadenas y una selección menor temática. Y en esa vuelta a pocos botones de confianza, el espectador medio encontró a Vicente Vallés en su actual y lucida posición: el informativo nocturno de Antena 3.

El liderazgo en materia informativa del vallecano se ha reafirmado en la pasada noche electoral del 28M cuando fue el más visto, por encima de quien había ostentado ese puesto de referencia durante los diez años anteriores, Antonio García Ferreras. El más seguido durante todo el período de la llamada 'nueva política' que va derruyéndose como un azucarillo.

Vallés, periodista pulcro en todos los aspectos y capaz de asestar el zasca del dato o del recuerdo sin cambiar el rictus de la cara, vino a representar el voto de coraje del vuelco de la derecha. Y no con Ferreras sino con su esposa, Ana Pastor, otro rostro destacado de La Sexta, conducirán el cara a cara entre Sánchez y Feijóo del 10 de julio.

Con el confinamiento, con la gente encerrada en casa y un Gobierno bipartito recién iniciado, disperso y de decisiones precipitadas en la crisis de la pandemia, creció la figura del informador nocturno que siempre se había destacado como voz analítica y certera. De hecho hace veinte años despertaba la jornada en Telecinco con La mirada crítica, alternativa a Los desayunos de TVE, y donde terminó de cuajar el estilo que le ha identificado en estos años. Con la pandemia Vicente Vallés elevó la voz sin levantar el tono, dejando al aire las contradicciones del vicepresidente Pablo Iglesias y del presidente Sánchez, enemigo declarado de la cadena más vista entre los españoles, Antena 3, que ocupa el lugar generalista preeminente que en su momento ostentó La 1.

Vicente Vallés hace quince años en 'La mirada crítica'

La incorporación del concurso Pasapalabra a Antena 3, en un revés judicial para Telecinco, convirtió al concurso en el vivero añadido de espectadores que había permitido al informativo de Pedro Piqueras  ser el más visto de la televisión en España. En otro sorpasso sin ruido, ese puesto desde 2020 lo ocupa Vallés, con Esther Vaquero, llegando a superar los 3 millones de fieles en los meses de más consumo. Desde 2017 el informativo de sobremesa, con Sandra Golpe, es el más visto. El intento de golpe de estado independentista catalán elevó el interés en esta franja y la periodista gaditana consolidó su parcela desde entonces y que había comenzado a regar Vicente Vallés. Sus pasos en el plató los inició en 1987 en Teledeporte, cierre de las emisiones de La 1, al filo de la medianoche, cuando a esa hora José María Garcia, en Antena 3 Radio, criticaba que TVE le quería hacer la competencia.

Vicente Vallés en sus primeras apariciones en TVE, en el programa 'Teledeporte'

Los informativos de la actual Antena 3 concentran muchas historias en pocos minutos, llevan la agilidad del visionado  de estos tiempos y tras llevar por delante una escaleta de temas fundamentales, los noticiarios de esta casa son capaces de desplegarse en una decena de conexiones en directo y relatar todo lo social, cultural y viral, además de formar cantera con explicaciones y análisis aprovechando los redactores de la casa. Y en el caso de Vallés, añade sus editoriales, que suelen ser guindas a las explicaciones de los temas más controvertidos. Lo que abrió Carrascal en la propia Antena 3 hace más de treinta años, a modo de parada de opinión (algo previsible) en un formato más compartimentado, en el informativo de autor de Vicente Vallés sus tesis son trabajadas y contundentes por su conclusión u observación, ensambladas en las propias noticias. 

Esa concisión de bisturí la dan los años, su trayectoria por Telemadrid cuando la autonómica comenzaba a andar y todos eran jóvenes y prometedores. Y se consolidó en Mediaset, también junto a Juan Pedro Valentín, el mismo compañero y jefe que lo llevó a TVE. Valentín era el nombre fundamental para que ahora Vallés hubiera regresado a Mediaset con carta blanca. En esa redacción se habría encontrado con su esposa, Ángeles Blanco.

La conducción de Vallés y Ana Pastor del debate de Atresmedia es la credencial de este grupo de su amplitud de perfiles y de su músculo en materia informativa. Esta compañía podría sumar una decena más de apellidos (Ferreras, Golpe, Prats, Carrillo, Yélamo, Pardo) cuyos nombres darían suficiente garantía de que el cara a cara será un programa interesante por su conducción y por lo que se diga en él. Aunque hay un evidente número uno, Vicente Vallés, que ocupa un  lugar que, por veteranía y camino, se ha ganado por sí mismo dentro de un equipo fuerte.