Frente a Los del Río estaban sus rivales con la misma canción, Los del Mar. Pero no era un grupo, era un tipo en solitario que adoptó ese nombre tras a su vez apropiarse del Macarena en pleno éxito de la canción del dúo sevillano.

En plena explosión del fenómeno de Macarena con la versión mix de los Bayside Boys, que se convirtió en fenómeno mundial y viral (cuando no había redes), en Canadá apareció una versión idéntica de un cantante de origen español, Pedro Castaño, que impactaba en este país tanto como Los del Río e incluso amenazaba con solaparles. En Canadá o en Italia a quien conoce es al cantante de Los del Mar, no a los compadres de Dos Hermanas.

Este es uno de los llamativos aspectos que trata la docuserie Macarena sobre la historia del mayor éxito musical en español de todos los tiempos. Movistar Plus + estrenaba la segunda y última entrega de esta semblanza de Producciones del Barrio. Una radiografía no sólo de la intrahistoria de un canción sino de la sociedad española y mundial de su tiempo. Fue el himno en 1996 de la candidatura demócrata de Bill Clinton a la revalidación de la presidencia. Tiempos de prosperidad infinita tras el fin de la historia, la caída del bloque comunista. Por añadidura, una victoria latina en EEUU. Con el nuevo siglo todo se complicó mucho más desde esta acuarela naif que a veces refleja el final de los año 90. En Egipto llegó a ser tildada de satánica. El integrismo islámico tomaba músculo.

Macarena fue la machacona banda sonora de ese tiempo. No exactamente la rumba tropical ideada por Antonio Romero, sino de la evolución electrónica de Fangoria que terminó de ser rematada por los mezcladores de Bayseide Boys. La canción con el nombre de la Dolorosa sevillana es un cúmulo de influencias y aportaciones. Los del Río llegaron a actuar en la final de la Super Bowl en 1997. Macarena fue número 1 del Billboard durante 14 semanas entre el verano y el otoño de 1996, para regocijo del dúo nazareno y sobre todo su discográfica. Nadie ha estado 14 semanas seguidas en el número 1.

En esas semanas hubo tres versiones de Macarena en el Top 100. Una de ellas, es la de Los del Mar. Pedro Castaño iba allá donde fuera con la coreografía del temazo, erigiéndose en la estrella bailonga, con su pelo al aire.

Pedro es de Montreal, de padres españoles, que simulaba el acento andaluz. Un avispado productor canadiense pensó en él para hacer una copia, literal, de la Macarena. El resultado, un éxito cunero digno de pasar a la historia. Pedro Castaño fue admirado por intérpretes como Phil Collins como autor de la canción. Los del Mar hacía la competencia a Los del Río por medio Estados Unidos, por Rusia, por Italia... Allá donde tuvo más éxito que los autores de la canción original. Cuando habló Pedro Castaño habló con Los del Río les aclaró que nunca cobró un centavo por autoría de la canción sino que se la pasó a ellos. 

Pese al enfado de la discográfica por la competencia de Macarenas, Los del Río no le guardan nada de rencor a Pedro, el tipo que se presentaba como Los del Mar.