Estos son los pescados que recomiendan comer incluso los expertos de Harvard
Alimentación
Comer pescado en general es sano para la salud aunque muchos estudios apuntan a que sería necesario controlar la ingesta de determinadas especies que pueden contener elevados niveles de mercurio.
El CSIC ya analizó en su momento cuáles eran los pescados que más convenían consumir y ahora investigadores de Harvard han llevado a cabo otro estudio para concluir que los pescados que están más bajos en la cadena alimenticia, es decir, los más pequeños en tamaño, así como los bivalvos pueden aportar múltiples beneficios a nuestro organismo.
¿Por qué comer pescados pequeños?
Según el estudio, pescados como las anchoas, el arenque, la caballa y las sardinas son excelentes fuentes de proteínas, micronutrientes como hierro, zinc y vitamina B 12 , y ácidos grasos omega-3 saludables para el corazón , que pueden ayudar a aliviar la inflamación dentro del cuerpo y promover un mejor equilibrio de lípidos sanguíneos. Y debido a que a menudo se come el pescado entero (incluidos los huesos diminutos), los pescados pequeños también son ricos en calcio y vitamina D.
Los peces pequeños también tienen menos probabilidades de contener contaminantes como el mercurio y los bifenilos policlorados (PCB) en comparación con las especies grandes como el atún y el pez espada. Esos y otros peces grandes se alimentan de peces más pequeños, que concentran las toxinas.
En esta línea, en la dieta mediterránea, tradicionalmente considerada como una de las mejores para la salud, destaca el papel de estos pequeños pescados como las sardinas o las anchoas, bien en su versión fresca o enlatada. De hecho, el estudio indica que incluso las conservas, menos costosas para el bolsillo medio y ahora que la cesta de la compra está por las nubes, también son una buena opción aunque siempre que no se llegue a abusar de las mismas puesto que las anchoas por ejemplo, se curan en sal y por lo tanto tienen unos altos niveles de sodio, lo que a la larga podría elevar la presión arterial.
Los investigadores también ponen en valor el papel de los bivalvos (almejas, ostras, mejillones, etc) dentro de las dietas. Son también fuentes de proteínas, bajos en grasas (es decir, que no son ricos en omega-3) pero sí tienen a su favor otros beneficios como contener micronutrientes como el zinc y la vitamina B12, que contribuyen en líneas generales a mantener saludable el sistema inmunológico y a formar glóbulos rojos.
En su contra tienen el hecho de ser productos que pueden contaminarse por bacterias, virus o productos químicos del agua por lo que es necesario comprarlos siempre de manera segura, garantizándonos de que cumplen con todos los criterios de sanidad.
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