Lo malo, cuanto antes pase, mejor. Es lo que han pensado José Mari y las fuerzas vivas del xerecismo en relación a la intervención quirúrgica del sevillano por sus molestias en el pubis, que se ha adelantado del miércoles 26 al día de hoy. Ayer atendió a la prensa acompañado por Fabián Belmonte, médico del club, y explicó su estado de ánimo ante una situación que ha partido sus planes.

Belmonte reconocía que "no estaba previsto que compareciera, pero ha habido cambio de planes con respecto a la intervención, prevista para el miércoles 26. Se intentó que como el tratamiento quirúrgico estaba decidido, que se tuviera cuanto antes. La fecha era el miércoles y se intentaron mover los conductos habituales y ha dado resultado, por lo que se va a hacer mañana (hoy para el lector). A lo largo de la tarde se le practicará la cirugía después de que por la mañana se le realicen las pruebas normales".

Preguntado sobre el periodo de inactividad comentaba que "habitualmente suele ser mes y medio o dos meses. A ver cómo tiene las estructuras afectadas, la malla de refuerzo abdominal… Son detalles que pueden hacer variar la fecha, pero aproximadamente debe ser eso".

Al delantero, que habitualmente tiene un rictus alegre, se le vía preocupado. "Físicamente estoy con dolor y en cuanto a la cirugía a nadie le gusta pasar por el quirófano, pero es la mejor solución y que sea ahora dentro de lo malo es una pequeña alegría porque le vamos a ganar una semana al tiempo estipulado. Es una putada porque terminamos la temporada. Parar ahora no es el mejor momento, pero para seguir adelante y estar mal, mejor hacerlo cuanto antes para estar pronto al cien por cien. El Xerez me necesita al cien por cien y no a medio gas".

"A nadie le gusta estar fuera del equipo ni del ritmo habitual de los entrenamientos. Casi no me cruzo con mis compañeros porque llego muy pronto y me voy tarde. Pierdo el contacto con ellos, pero es una decisión que había que tomar y rápido porque así no podía seguir", remarcaba.

No será su primera intervención en esa zona porque "hace unos diez años ya me operaron de la parte derecha, pero en este tiempo habrá variado la cirugía".

Sobre la pérdida que supone para el equipo su ausencia, responde con la mayor humildad: "Yo soy uno más del equipo intentando aportar y sumar y nada más. Cada jugador es necesario y me gustaría estar, pero no me considero imprescindible".

¿Puede ser el mejor fichaje de invierno para el Xerez? "Espero que sea en otoño, pero toca pensar en recuperarse lo antes posible y hacer lo que esté en mi mano para volver cuanto antes. Todos mis compañeros se estuvieron interesando porque sabían que tenía la cita con el cirujano. Y aparte he tenido muestras de cariño de muchos aficionados xerecistas".