Probaturas por doquier

La penúltima sesión de entrenamientos en el anexo estuvo marcada por el partidillo que dispuso Juan Merino y su cuerpo técnico, donde aprovechó para probar diferentes opciones de cara al encuentro del sábado en el estadio Gran Canaria.

El técnico, como suele ser habitual los días previos a los partidos, utilizó los dos sistemas tácticos con los que ha trabajado desde que se hizo cargo del Xerez, el 4-4-2 y el 4-1-4-1. Para ello, usó diferentes alternativas en la alineación pues hasta el centro de la zaga, hasta ahora incuestionable, tuvo distintos protagonistas. Así las cosas, Merino situó en el presumible equipo titular a Lombán y Silva, si bien es verdad que mayoritariamente apostó por la zaga habitual, con Lombán y Rubusté, ambos escoltados por Raúl Cámara y Raúl Llorente. No obstante, y aunque Mendoza se limitó ayer a realizar trabajo físico en solitario, todo hace indicar que el capitán seguirá ocupando un puesto en el once, por lo que el sacrificado sería Llorente.

Cuando el linense y Moreno plasmaron sobre el campo el 4-1-4-1, la alineación estuvo compuesta por Chema, con los citados Cámara, Llorente, Lombán, Robusté o Silva, y un centro del campo en el que tuvieron cabida Capi, Rueda y Bruno Herrero. La única variación, aparte de la vuelta de Cámara tras cumplir sanción, estuvo en la mediapunta, en la que Tato ocupó la izquierda y José Vega, Óscar Díaz e Israel ocuparon la diestra. Arriba, actuó Íñigo Vélez, cuya presencia en el once el sábado parece clara.

En cambio, con el 4-4-2, el técnico prescindió de Bruno, dando entrada a Cordero en el eje junto a Rueda. Capi pasó a la izquierda e Israel, la derecha. Como lanza situó a Íñigo y a Tato, éste haciendo funciones de enganche.

A falta de una sesión, la de hoy, parece evidente que el damnificado será Pablo Redondo, aunque también podría unirse Bruno.