El Xerez DFC suma y sigue. El cuadro azulino ha superado por 2-1 a Las Palmas Atlético en un partido que le costó sacar adelante, pero en el que fue superior a su rival en todo momento. Mandó de principio a fin, aunque no estuvo acertado de cara a portería. Máyor y Bello, de penalti en la recta final, anotaron los tantos del merecido triunfo.

Los xerecistas han acabado con la condición de invicto del filial amarillo, encadenan tres jornadas sin perder y firman su segunda victoria consecutiva en casa. Fue un triunfo de los que hacen afición.

Pérez Herrera sólo realizó un cambio respecto al once que logró sacar un valioso punto en su visita la pasada semana al Romano José Fouto ante el Mérida. Brando entró en la derecha y Javilillo se quedó en el banquillo de inicio. Curro Rivelott, con Marcelo a la espera de conocer el alcance de sus problemas en la rodilla, volvió a aparecer en el lateral derecho.

El primer acto fue un monólogo de los azulinos desde el minuto uno hasta el cuarenta y cinco, el domimio, el control y las llegadas fueron continuas. A los tres minutos, forzaron el primer saque de esquina y las oportunidaddes se fueron sucediendo. Hasta nueve acciones claras protagonizaron los xerecistas por ningún acercamiento de un rival que sólo pudo defenderse con cierto orden, pero que no le vio la cara a Camacho.

Posible penalti

Antonio Jesús, que fue de los mejores y de los más activos en el pirmer tiempo, Brando, Jacobo, Bello y Máyor lo intentaron sin fortuna. El airete azulino, además, reclamó penalti en el minuto 34 en un forcejeo con Fran Carmona que el colegiado no consideró punible. La grada rugió para pedir una pena máxima que hubiese sido rigurosa.

En la recta final de la primera mitad, el Xerez DFC pisó aún más a fondo el acelerador y Alfonso tuvo que salir fuera del área para evitar una internada de Bello y Jacobo intentó el más difícil todavía con un tiro lejano al ver adelantado al guardameta. Llegó el descanso con tablas cuando los locales merecían mayor recompensa.

Los ataques azulinos fueron continuos durante todo el encuentro.

Todo por decidir

Con todo por decidir, el segundo tiempo arrancó con la misma dinámica que terminó el primero, con el Xerez DFC empujando y mostrando las garras a un rival que introdujo un cambio. Juan Manuel Rodríguez movió piezas ante la nula presencia en ataque de su equipo.

Pipo se quedó en la caseta y entró Yeray. Iñaqui pasó a actuar de punta, en un intento de aprovechar su velocidad a la contra, Pachón se escoró a la izquierda y  Aythami pasó a la derecha para que Sato actuara de mediocenrtro. El primer lanzamiento a puerta de los amarillos fue precisamente una volea de Sato, en el 50', que se fue a las nubes. Justo antes, Curro Rivelott lo había intentado desde fuera del área con un disparo que rechazó la defensa.

Recompensa

La lluvia arreció sobre Chapín en el minuto 57 y, justo después, el cuadro de Pérez Herrera abrió la lata. Un centro con el exterior de Brando, que controló Jacobo denrto del área, lo enchufó dentro, casi en semifallo, un Máyor que se encontraba en posición dudosa. Las protestas de la defendaa amarilla no convencieron al extremeño Del Río Lozano. 1-0.

Todo se ponía de cara. Lo más complicado ya estaba hecho, pero la alegría duró poco en Chapín. Segundo tiro a puerta de los amarillos, gol. Un saque de banda desde la parte derecha en largo que la defensa xerecista no acertó a despejar con contundencia, lo aprovechó Joel para batir a Camacho con un fuerte disparo raso ajustado al palo derecho. Minuto 62, 1-1. Tocaba volver a empezar. Los insulares obtenían demasiada recompensa para sus méritos.

Penalti claro

El Xerez DFC se rehizo y en el minuto 68, un centro de Jacobo con la izquierda,  Javilillo lo remató de forma espectacualr de cabeza picado y Alfonso hizo la parada de la mañana. Sacó una mano abajo impresionante.

Chapín rugía y apretaba como nunca y Bello, desde la frontal del área, lo volvió a intentar con un tiro que ajustó abajo y se marchó rozando el poste (77'). Y en el 85', el delirio nuevamente en el Municipal. Joel derribó dentro del área a Darío Guti con una clara patada y el colegiado no dudó en señalar pena máxima en esta oportuidad. Bello lo convirtió con maestría. Justo premio al esfuerzo de un equipo mucho mejor que una escuadra amarilla que apenas arriesgó.

Aún así, los úlimos minutos fueron de tensión y en el descuento, una falta en la frontal del área azulina llevó la zozobra a la grada. Joel superó a la poblada barrera, pero su lanzamiento centrado y flojo acabó en las manos de un seguro Camacho. 

El pitidio final supuso una explosión de júbilo sobre el verde y en la grada. Los azulinos acababan de sumar siete puntos sobre nueve.