Si te dicen que caí... El título de la película dirigida en 1989 por Vicente Aranda basada en la novela de Juan Marsé resume la situación del Xerez DFC. El equipo azulino, tras una semana dura, en la que se habló de todo menos de fútbol, cayó en Chapín frente al Recreativo Granada por 0-1 en uno de sus mejores partidos como local. Perdonó y lo pagó caro. El descenso, más cerca. La permanencia la tienen a ocho puntos y el play-out a siete.

Romerito, después del revés encajado en Santo Domingo frente al Poli El Ejido en el descuento (2-1), agitó bastante el árbol y realizó varios cambios. Con Antonio Miguel una vez más en la portería, en el centro de la defensa, el puesto del sancionado Álvaro fue para Adri Crespo, acompañado por Marcelo, Hugo Carrillo y Ricky. En la medular y en ataque aparecieron las novedades más destacadas. Lolo Garrido se quedó en el banquillo, Rafa Parejo y Carri aparecieron en la sala de máquinas y las bandas fueron para Guille Donoso y Rober Luna, titular tras cumplir la sanción de cuatro partidos que le cayeron por su expulsión ante el Betis Deportivo. De enganche actuó Cheikh, otra de las novedades, acompañando a David Agudo.

Con mucho en juego, después de una semana convulsa, en la que se despidieron Marc Domínguez  y Fran García, los azulinos sabían que se la jugaban y entraron al partido con más ganas, fe e intensos que nunca y dominando a un filial que se encontraba incómodo sobre el verde y que tenía problemas para frenar las acometidas de los xerecistas y de generar.

A los seis minutos, un remate de cabeza de Cheikh se marchó fuera por poco después de que David Agudo no acertara a empujarla en el segundo palo y en el 8', un disparo de Julito se marchó alto. Era el primer acercamiento de un rival que circulaba rápido, pero que no concretaba, como tampoco lo hacía una escuadra xerecista que acumulaba llegadas al área de un segurísimo Adri López.

Cheikh fue titular y estuvo muy activo en la primera parte.

Doble ocasión para Cheikh

En el minuto 20, Cheikh reclamó penalti por una zancadilla cuando el balón ya había salido y superada la media hora no acertó a convertir en gol la opción más clara de todo el primer tiempo. Con todo a favor y completamente solo, el meta visitante despejó su tiro con el pie aguantando bien sin casi moverse.

Eran los mejores minutos de un Xerez DFC que agradaba a la grada, que se lo agradecía con gestos de apoyo. Y en el 41', en esta ocasión a balón parado, nueva oportunidad para el senegalés. Un saque de esquina de Carri no acabó dentro de milagro tras rematarlo el altísimo centrocampista y sacarlo entre la defensa y el portero cuando la pelota entraba. Fue la última opción clara clara de uno primer tiempo bueno de los azulinos.

Antonio Miguel, lesionado

El filial rojiblanco realizó dos cambios en el descanso buscando mejorar y tras un lanzamiento cruzado de David Agudo, los de Juan Antonio Milla metieron presión con un mano a mano de Samu ante Antonio Miguel que solventó seguro el cancerbero xerecista. Carri lo intentó de falta directa y luego Luna con una acción personal.

Igual que Milla, Romerito también apostó por mover el banquillo, pero se encontró también con la inesperada lesión de Antonio Miguel, que se quitó los guantes desolado en un claro gesto de que no podía seguir. Quesada entró en el 55', junto a Manu Baeza y Gianluca Simeone, con el apoyo de su padre en la grada, por un agotado Cheikh y por el jerezano Luna.

Fallo de Quesada

Y cuando mejor lo hacía el Xerez DFC, jarro de agua fría y tensión en la grada y dentro del campo. Da Costa aprovechó un gallo garrafal de Quesada, que aún en frío, regaló la pelota despejando hacia el centro en lugar de hacia fuera, para hacer el 0-1 en el minuto 61. Los nervios llegaron a la grada. Los aficionados pidieron que jugara el Xerez DFC B, arremetieron contra la directiva pidiendo la dimisión y contra los jugadores, a los que llamaron mercenarios, y también hubo enfrentamiento dialéctico con un reducido grupo de seguidores visitantes que celebró el gol de su equipo. La Policía Nacional intervino y puso paz, cambiando a los aficionados de ubicación.

Los azulinos, desolados tras el 0-1 de Da Costa.

Mazazo

El gol dio tranquilidad al Recreativo Granada, que templó el juego y dio un paso al frente para intentar cerrar el partido aprovechando el caos, pero a los 75 minutos se quedó con un jugador menos por la expulsión por doble amarilla del central Diego López. Los azulinos templaron los nervios, siguieron apretando y, a balón parado, acariciaron la igualada. No habían cerrado el partido y lo estaban pagando excesivamente caro.

Una falta botada por Carri no acabó dentro por poco, pegó en el poste (77') y justo después, un tiro del chiclanero se envenenó y acabó en saque de esquina tras tocar en un defensa. Era un querer y no poder de un equipo que veía como se le escapaban los tres puntos. Aún así, Gianluca mandó al larguero un buen disparo (86').

La decepción en Chapín era inmensa. El Xerez DFC iba a perder en uno de sus mejores partidos como local, en el que fue mejor, pero no acertó y mandó dos balones a los palos. La sombra del descenso ya es más que real. El equipo necesita casi un milagro, tanto por la diferencia de puntos como por las sensaciones que transmite. Un grupo de aficionados se agolpó en el palco para recriminar de todo a la directiva. Fue de menos a más y hubo momentos de tensión. La Policía Nacional puso paz.

Once que presentó el Xerez DFC en su cita en Chapín ante el Recreativo Granada.