Juicio a Bretón. Segunda jornada

Bretón insiste en que no mató a sus hijos y que "daría la vida por ellos"

  • El acusado reitera que sus niños son "lo más importante" y que no los quemó en la hoguera ni le suministró tranquilizantes. Dice que la Policía impide a su familia buscar a los menores.

José Bretón se sentó ayer en el banquillo de los acusados para prestar declaración con las ideas muy claras. Su versión giró en torno a un mismo argumento: que no mató a sus hijos, que son "lo más importante" para él y que, incluso, "daría la vida por ellos". Así lo reiteró una y otra vez en una declaración que duró más cuatro horas, en la que también puntualizó que "jamás" le proporcionó tranquilizantes a los menores para dormirlos y supuestamente quemarlos en una hoguera que hizo el día de la desaparición en la finca de Las Quemadillas.

Bretón comenzó a prestar declaración a las 10:00. La fiscal, María Ángeles Rojas fue la primera que lo sometió a un  interrogatorio duro, pero que en ningún momento consiguió que el acusado se moviera ni un centímetro de su versión de que es inocente, aunque sí cayó en contradicciones en detalles que ya contó en comparecencias anteriores. La fiscal fijó su atención en un primer momento en el matrimonio de José Bretón y Ruth Ortiz. Según las palabras del acusado, ambos mantenían una relación "plana y sin altibajos", pero que fue ella la que decidió en septiembre de 2011 poner fin a la relación después de una visita a su psicólogo. "El especialista le dijo que seguía enamorada de su anterior novio y que fue un error casarse conmigo", aseguró Bretón, al tiempo que insistió que estas palabras le sorprendieron, aunque no guarda por ello rencor hacia su exmujer.

Tras este episodio, que según Bretón ocurrió el 17 de septiembre, viajó a Córdoba hasta la casa de sus padres, aunque regresó a Huelva dos días después para ver a Ruth y a sus hijos, pero ya no se encontraban viviendo en la casa de El Portil donde convivía hasta la ruptura la pareja. "Ella me dijo que quería vivir la vida y separarse", señaló. A partir de ese momento, según Bretón, establecieron un régimen de visitas y le dijo a su mujer que para la manutención de los pequeños hiciera uso de una cuenta bancaria en común, aunque Bretón reconoció que el 7  de octubre, un día antes de la desaparición de los menores, sacó todo el dinero para pagar una deuda contraída con su hermana.

El día anterior a la desaparición  de Ruth y José, el acusado relató que se encontraba en Huelva para recoger a sus los niños y pasar con ellos el fin de semana en Córdoba. Esa misma mañana compró unos 70  litros de gasolina de una gasolinera de la capital onubense para repostar su vehículo "porque era más barata". No obstante, Bretón en este punto y, ante la insistencia de la fiscal y el juez Pedro Vela, no pudo aclarar cómo hizo uso de esta cantidad de combustible, ya que, según sus palabras, llenó el depósito en la misma gasolinera antes de salir de Huelva. Asimismo, insistió en que es "completamente falso" que antes de la desaparición de los niños pasara las noches en la finca para preparar un plan con el que acabar con la vida de los menores, ni que les suministrara unos tranquilizantes que días antes le recetó su psiquiatra. "Esas pastillas no me las llegué a tomar, las tiré a la basura", dijo.

El 8 de octubre de 2011, según relató Bretón, pasó la mañana en casa de su hermana Catalina junto a sus hijos y a sus sobrinos, pero puntualizó que en "ningún momento" cogió el vehículo de su hermana para ir a la finca de Las Quemadillas, tal y como aseguran varios vecinos.

Tras la llegada de su hermana, dijo que se dirigió de nuevo con los pequeños a casa de sus padres, donde permaneció  "no más de 15 o 20 minutos",  aunque, tal y como le detalló la fiscal, según las cámaras estuvo cuatro minutos. Al salir de la vivienda con el coche, Bretón señaló que los niños se "quedaron dormidos" por lo que decidió irse con ellos a la finca y aplazar una comida con unos amigos. 

Una vez en la finca de Las Quemadillas, el acusado relató que dejó a los pequeños durmiendo en el vehículo "con las puertas abiertas y las ventanillas bajadas", mientras que él prendió una hoguera en la que quemó varias bolsas con ropa vieja y apuntes de Ruth Ortiz, pero reiteró que ese día no quemó ningún animal. "En el fondo podía haber restos de carneros que se habían quemado con anterioridad", aseguró, al tiempo que insistió en que "no le dediqué a la hoguera más de media hora". En cuanto a la columna de humo detectada por el Infoca, según el acusado "provenía de una finca cercana", aunque no llegó a especificar el lugar exacto, pero de nuevo insistió en que era "completamente falso" que el humo proviniese de una pira construida para acabar con la vida de los niños. "Yo usé la mesa metálica solo para que los palos se prendiesen", señaló.

A las 17:30, según Bretón, de nuevo cogió su vehículo para salir de la finca y dirigirse junto a sus hijos a la Ciudad de los Niños, un plan que el día anterior ya había acordado con su hermano Rafael. Tras aparcar su vehículo, señaló que los niños    caminaban juntos a unos "15 ó 20 metros de distancia de él" y que, una vez que llegaron al Parque Cruz Conde, los pequeños "se entremezclaron entre un grupo de personas y los perdí de vista". "Lo que pasó no lo sé, pero me gustaría saberlo", destacó Bretón.

Según su versión, en ese momento comenzó a buscar a los menores "por todas partes" y preguntó a todas las personas que había en el lugar si habían visto a los pequeños, hasta que sus familiares llegaron hasta el lugar.

A partir de ese momento, Bretón aseguró a la fiscal que ha colaborado con la Policía, pero que nunca habló con los agentes de forma despectiva sobre su mujer, aunque sí reconoció que les comentó que días antes había ido "a tomarme una cerveza" a un club de alterne situado cerca de la finca de Las Quemadillas. "Me preguntaban si sabía dónde estaban mis hijos, pero ojalá yo lo supiera. El único sufrimiento que estoy teniendo es no poder compartir tiempo con mis niños", aseguró.

En cuanto a su implicación en la búsqueda de los menores, el acusado señaló que le es imposible hacer algo desde la prisión, en la que se encuentra interno des el mes de octubre de 2011, pero que le ha pedido a su familia que invierta "todo su capital" en encontrarlos. "Yo le he dicho a ellos que se gasten todo el dinero que tengamos, pero la Policía no les deja", dijo tajante.  

Dos horas y media después de que empezara la declaración, y tras un breve receso, Bretón se enfrentó altivo a las preguntas de la abogada de Ruth Ortiz, Reposo Carrero, quien le espetó que quisiera buscar a los niños el día de la desaparición en la finca de sus padres, si horas antes supuestamente los había perdido en el parque. "La Policía fue la que insistió en ir a la parcela. Yo veo raro que vayan solos desde el Parque Cruz Conde hasta allí, pero desde el momento en el que desaparecen lo único que quiero es encontrarlos", insistió.

Sobre la hoguera, Bretón le detalló a la letrada que era "redonda, para nada rectangular" y aclaró que la información sobre los medicamentos se la dio él expresamente a la Policía. En cuanto a una carta que apareció en la finca sobre el estado en el que se encontraba su hijo ese fin de semana, Bretón alegó que "quien la haya puesto ahí lo sabe perfectamente" y dice que no tiene una explicación para la misma. Asimismo, declaró que él no tiene "ninguna intención" de preparar un mausoleo en la finca y que eso no se lo había dicho a Ruth, según ha defendido, para destacar que las llamadas que hizo a Ruth el día de los hechos eran para comunicarle que "los niños lo estaban pasando bien y estaban disfrutando", al tiempo que aseveró que "nunca" ha borrado llamadas del teléfono. 

Por último, Bretón se enfrentó al interrogatorio de su letrado, quien en primer lugar le pidió que describiese la ropa que llevaban sus hijos el día de la desaparición, para demostrar que no había hebillas metálicas ni botones, según sí se recoge en un informe pericial sobre la hoguera. Tras ello, Bretón negó que  le dijera al primo de Ruth Juan David que los niños "estaban muertos", a lo que añadió que le era "indiferente" que Ruth le visitase en prisión.  También hizo referencia al comisario Serafín Castro del que  dijo que le ofreció "falsificar informes o buscar un avión privado para salir de Córdoba con su familia" para buscar a sus hijos.

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