El conflicto por la titularidad de la Mezquita-Catedral llegó ayer hasta Sevilla, donde coincidieron las dos plataformas que se han creado recientemente para, por una parte, evitar que la Iglesia se apropie del monumento y, por otra, para que no se le expropie este bien.

Así, por la mañana un grupo de voluntarios del colectivo MasLibres.org acudió hasta el Palacio de San Telmo, sede de la Junta de Andalucía, para entregar 85.000 peticiones a favor de que la titularidad de la Mezquita siga siendo de la Iglesia. Su portavoz, Nicolás de Cárdenas, manifestó que Susana Díaz "no puede pretender quitar a sus legítimos dueños la propiedad de un lugar que siempre les perteneció desde el siglo VI, salvo el tiempo que fue arrebatado por la fuerza entre 714 y 1236; salvo que Susana Díaz haya decidido volver 1.300 años atrás por alguna razón que desconocemos". Cárdenas señaló que "no existen razones históricas, jurídicas o de sentido común que sostengan la pretensión de expropiación del templo" sino que "más bien la intención es acabar con el culto como ya se ha hecho en la sinagoga de Córdoba".

El colectivo prevé mantener esta campaña de firmas "el tiempo que sea necesario para evitar que los derechos de los creyentes sean pisoteados por la Junta" ya que "la libertad religiosa y de culto es un derecho humano fundamental que no puede ser atacado sin que se resienta la democracia".

Ya por la tarde, miembros de la plataforma Mezquita-Catedral. Patrimonio de todos y su portavoz, Miguel Santiago, mantuvieron un encuentro con el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, en el que le solicitaron "que interceda ante las autoridades competentes para que tomen las medidas necesarias que eviten la apropiación jurídica, simbólica y económica por parte del Obispado de Córdoba de un monumento Patrimonio Mundial reconocido por la Unesco en 1984".

Maetzu aseguró que la institución que dirige presentará esta queja ciudadana al Parlamento andaluz, la Junta de Andalucía y la administración local. Según indicó, esto "conlleva un proceso de investigación" que incluirá un estudio técnico detallado y se efectuará un informe a las partes afectadas. "Es un tema muy serio que hay que tratar con rigor", valoró.

La plataforma expresó su "honda preocupación" ante el riesgo que corre su declaración universal porque entiende que "el monumento ha sufrido una grave amputación de su huella andalusí al haber sido eliminado el término Mezquita de sus documentos divulgativos mientras que el relato histórico del edificio ha sido claramente adulterado desde un prisma meramente confesional".

Mezquita-Catedral. Patrimonio de todos entregó a Maetzu su manifiesto, avalado por ya 145.000 firmas a través de change.org. El documento exige la titularidad pública de la Mezquita-Catedral y una gestión pública y transparente, entre otras peticiones.