El portavoz de Ecologistas en Acción en Huelva, Juan Romero, aplaudió ayer que se de curso al blindaje de 14.000 nuevas hectáreas en Doñana, principalmente, por su importancia para garantizar los corredores ecológicos de algunas de las especies más amenazadas. "Aunque estas áreas eran públicas y se encontraban protegidas, siempre es bueno que se cierren los mapas y se definan las fronteras de protección".

Sin embargo, Romero alertó de que los problemas que aquejan a Doñana vienen de las zonas protegidas de las que se extrae el agua de los acuíferos que están en un estado alarmante y que se debatirá en en el Consejo de Participación que se celebra hoy.

Por su parte, la organización ecologista WWF recordó que para controlar el furtivismo y el pastoreo es necesario que, en paralelo al imcremento del área protegida, también aumente el presupuesto que permita contar con capital humano para la vigilancia y el mantenimiento de estas zonas.

El portavoz de la organización conservacionista en Doñana, Felipe Fuentesalz, mostró su preocupación por que los recursos destinados a la conservación no vayan a la par que el incremento de la superficie. "Los que somos ajenos a los órganos de administración podemos llamar la atención sobre el preligro de que no crezcan los recursos", sentenció.