La adolescencia es un periodo de la vida con intensos cambios físicos, psíquicos y sociales, sobre todo en su fase tardía, a partir de los 14 años. Es el momento de conocer tanto los propios niños como los familiares y gente de su mayor afinidad sean conscientes de los hábitos saludables a seguir en la adolescencia y no repetir errores del pasado, aunque se revistan con nombre diferente. Porque, por ejemplo, mientras que las estadísticas marcan claramente que los españoles fumamos menos tabaco, reduciéndose en las últimas dos décadas más de un 10% el porcentaje de consumidores habituales, en paralelo se van implementando nuevas modas, sobre todo entre los más jóvenes, como el consumo del cigarrillo electrónico o el uso de vapeadores. Y ahí. Andalucía lidera el consumo de vapeadores en España entre los estudiantes de Secundaria. 

Más del 55% de los adolescentes andaluces ha vapeado en el último año, según la encuesta sobre el uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (Estudes) de 2023. Y más del 62% lo ha probado alguna vez en la vida. Todo ello teniendo en cuenta que en España está autorizada su comercialización desde 2005, pero se prohíbe la venta a menores de 18 años.

Hoy en día, se desconocen los efectos a largo plazo de inhalar el vapor de estos dispositivos. Hasta el momento no ha pasado tiempo suficiente para conocer de una forma científica sus efectos reales en el cuerpo, pero lo que sí ha ocurrido es que los neumólogos de los hospitales Quirónsalud en Sevilla advierten de los peligros de las nuevas formas de fumar.

Porque más allá de que casi siete de cada diez jóvenes españoles consideren que el alcohol o los vapers "es divertido o anima las fiestas", los profesionales sanitarios están en condiciones de transmitir de forma directa la verdad detrás de las nuevas alternativas al tabaco como los vapers: ¿Realmente son más saludables?    

El efecto de los vapers

Ya lo explicaron los técnicos de la Organización de Consumidores y Usuarios. "Los promotores de los cigarrillos electrónicos intentan transmitir la idea de que el usuario inhala solo vapor, pero eso no es así". El líquido de carga de los cigarrillos electrónicos contiene una compleja composición, que, en determinadas ocasiones, incluye nicotina y en su defecto otros componentes poco recomendables como glicerina vegetal, propilenglicol o aromatizantes que evitan el alquitrán, pero no otras sustancias.

Los vapers disponen de una compleja composición que puede terminar dañando los ganglios y otros órganos del cuerpo

Así, los expertos apuntan que este vapor que tan de moda se están poniendo entre los jóvenes, que lo ven como algo inofensivo, sí puede contener acetona, benceno, o nitrosaminas, así como metales como del estilo del níquel o el cobre y nanopartículas que pueden terminar dañando los ganglios y otros órganos del cuerpo.