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Augusta le abre de nuevo las puertas a Woods

  • Olazábal, Jiménez, Álvaro Quirós y Sergio García son las mejores bazas españolas

En 1997 sorprendió al mundo conquistando el Masters de Augusta, algo que ningún jugador negro había logrado jamás, y15 años después Tiger Woods vuelve a ser el favorito en el escenario más codiciado del golf mundial. "Pasé la mitad de mi vida aquí, sé cómo jugar en este campo", señaló el ex número uno del mundo de cara al torneo que comienza en el Augusta National.

Tras el triunfo de marzo en Bay Hill, Woods no sólo puso punto final a una sequía que duró 923 días y 27 torneos sin ganar una competición de la PGA, sino que también acabó con las dudas de que puede volver a ser el gran dominador que fue. Las casas de apuestas ya lo han convertirlo en el máximo favorito para hacerse con el triunfo, a pesar de que hay una larga lista de golfistas que aspiran a enfundarse la famosa chaqueta verde que corona al campeón. El norirlandés Rory McIlroy, los británicos Luke Donald y Justin Rose o el estadounidense Hunter Mahan llegan a Augusta habiendo ganado al menos un torneo PGA este año.

El papel de Woods como principal favorito responde a que en el pasado ganó cuatro ediciones, sólo superado por el estadounidense Jack Nicklaus, que logró seis Masters entre 1963 y 1986. Aunque sea el favorito, no es el norteamericano con mejor ranking que participa. Ése honor corresponde a Mahan, el único que ha ganado dos torneos esta temporada (Houston la pasada semana).

Por su parte, McIlroy, que a comienzos de marzo se convirtió en el segundo golfista más joven en alcanzar el número uno mundial -sólo superado por Woods-, está ante una prueba de fuego. El año pasado llegó a los últimos 18 hoyos con una ventaja de cuatro golpes, pero finalizó a diez del sudafricano Charl Schwartzel. Después se recuperó en el Abierto de Estados Unidos ganando su primer grande y se espera que sea un poderoso rival este año en la lucha por la chaqueta verde.

Mientras, el actual número uno del mundo, Luke Donald, considerado el mejor jugador en el juego corto, completa un fuerte trío británico que aspira a la victoria.

Schwartzel, cuya victoria el año pasado se pagaba 40 dólares por cada uno apostado, tiene el peso de la historia en su contra: ninguno de los anteriores sorprendentes ganadores, como el argentino Ángel Cabrera (2009), el sudafricano Trevor Immelman (2008) o el estadounidense Zach Johnson (2007), lograron repetir título un año después.

Por lo que respecta al golf español, los intereses son muchos: Olazábal, Jiménez, Álvaro Quirós, Sergio García y Fernández-Castaño estarán en el tee del uno, el lugar que aún "le pone el bello de punta y una corriente le llega hasta la nuca" a Olazábal, felizmente recuperado de una lesión en un pie.

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