Federer, rey del azul y número dos

Roger Federer conquistó el Masters 1.000 de Madrid al derrotar al checo Tomas Berdych por 3-6, 7-5 y 7-5, y recuperará hoy el número dos del ranking mundial hasta ahora en manos del balear Rafael Nadal. El de Madrid es el cuarto título del suizo en 2012 tras los de Rotterdam, Dubai e Indian Wells y el número 74 de su carrera. Ex número uno del mundo, el helvético no estaba en el segundo puesto de la ATP desde el 20 de marzo de 2011.

Federer logró su tercera corona en la capital de España al derrotar al checo, séptimo cabeza de serie, en dos horas y 38 minutos. "Tuve mucho éxito en estos años en Madrid, y cuando siento este apoyo en un país del que viene Rafa, realmente lo valoro", dijo el suizo, que inmediatamente recibió el aplauso del público que llenó la Caja Mágica. Cada victoria en Madrid fue sobre una superficie distinta. Ganó en 2006 sobre una pista dura; en 2009 sobre arcilla naranja y en este 2012 sobre el novedoso y criticado polvo de ladrillo. "Es difícil moverse en esta superficie, pero hay que seguir adelante", añadió el suizo.

El partido fue un toma y daca entre los dos jugadores que mejor se han adaptado durante la semana a la rápida y resbaladiza pista azul. Federer, que cedió sólo dos sets en sus cinco partidos , perdió el primer parcial ante Berdych, que jugó un set primoroso situándose con una ventaja de 0-3. Con un tenis muy agresivo y profundo, el checo dispuso de los dos primeros puntos de set en el octavo juego (5-2), pero Federer los salvó con su servicio, aunque el checo acabaría cerrando la manga con su saque.

En la segundo, el nivel del primer servicio de Federer subió hasta un 74% y el de Berdych bajó a un 34%. En eso se apoyó el suizo para situarse con una ventaja de 5-2. Sin embargo, el checo igualó 5-5. Federer conservó su saque a continuación y rompió el de su rival tras una doble falta de Berdych: 1-1 y todo por decidirse.

Fue en el octavo juego del tercer parcial cuando Berdych vivió su martirio particular. Salvó los tres primeros puntos de break, pero luego cometió dos dobles faltas seguidas que lo destrozaron. Con 5-3 y servicio, Federer se preparó para ganar el título, pero no jugó con primeros y el checo forzó sus restos para poner el 5-4, primero, y el 5-5, después. Fue en el duodécimo juego cuando el saque de Berdych se vio de nuevo en peligro. Disparó con segundos y propició las tres primeras bolas de partido del helvético, que salvó como pudo. Federer se puso las pilas, corrió más que nunca y en vez de usar la potencia cambió a su mágico cortado, propiciando el error de Berdych.