EDITORIAL
Extremadura señala tendencias
Philippe Gilbert se llevó con autoridad la tercera etapa de la Vuelta a España disputada entre Marbella y Málaga, de 157,3 kilómetros, en un duelo con el español Purito Rodríguez. El belga se enfundó el maillot rojo de líder, en una jornada calurosa en la que algunos favoritos se dejaron segundos.
El clasicómano, ganador de la Amstel Gold Race, apareció en el momento propicio, una vez neutralizado Serafín Martínez, que marchaba escapado, para ejercer de killer, a 500 metros de meta, donde aceleró en cuesta y aguantó el ritmo. Un desenlace idóneo para el belga, que no se dejó alcanzar por Joaquim Rodríguez, batido por tres segundos. Antón, llegó tercero a trece segundos.
El ciclista del Euskaltel precedió al grupo de favoritos, donde se vio muy activo a Nibali, cuarto a quince segundos, avisando así a sus inmediatos rivales. Menchov cruzó a 18 segundos, seguido de Mosquera, David Arroyo, Xavi Tondo y Frank Schleck. Peor les fue a Sastre y Kreuziger, que perdieron comba al final, además de medio minuto respecto a Gilbert.
El calor volvió a ser protagonista, ya que se alcanzaron los 40 grados en la salida, factor insoportable para una jornada con recorrido complicado por la provincia de Málaga. Para empezar, el Puerto de Ojén, un calvario tempranero para el líder Mark Cavendish, que cruzó el puerto a dos minutos de la cabeza. Los sucesivos ataques terminaron en una selección de siete corredores que se saltaron la disciplina del pelotón.
Los protagonistas de la fuga fueron Egoi Martínez, Javier Ramírez, Kadri, Vanendert, Cherel, Terpstra y Serafín Martínez. Juntos cruzaron Málaga en el primer paso del recorrido y llegaron a las primeras cuestas del Alto del León, a 55 kilómetros de meta, con dos minutos de adelanto.
Se trataba del primer puerto de primera de la Vuelta, en una especie de sartén de quince kilómetros de longitud al 5,5 por ciento de pendiente media, donde atacó y redujo el grupo a cinco el escalador gallego Serafín Martínez. Un primer examen para comprobar el estado de forma en el grupo de favoritos, donde Andy Schleck, segundo del Tour de Francia, enseguida perdió terreno y aireó la debilidad con la que llega.
Serafín, que ya vistió durante once días el maillot de la montaña en 2007, coronó con casi dos minutos de ventaja y se aseguró el maillot de lunares azules. Luego se lanzó al descenso, seguido por Moncoutie, Martínez y Cherel.
Sin embargo, el ritmo del Astana y Liquigas lanzó como un obús a un grupo donde iban lanzados Gilbert, Rodríguez, Nibali y Antón, con la victoria final del francés gracias a una gran arrancada.
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