El fichaje de Leandro Gioda por el Xerez sigue estancado. El futbolista se encuentra desde el jueves en la ciudad y anoche seguían las reuniones para tratar su préstamo por una temporada, incluyendo una opción de compra. La realidad es que quedan muchos flecos pendientes y que es probable que no se conozca el final de la historia durante el fin de semana.

El futbolista tiene previsto entrenar hoy con el conjunto azulino en Montecastillo en lo que podría considerarse un gesto de buena voluntad por parte de sus agentes y de Independiente, el club que posee la mayor parte de sus derechos junto con otros empresarios. Anoche estaba a la espera de recibir un permiso de su club para participar también en el amistoso en Arcos, algo que no estaba descartado del todo.

Y es que en esta operación quedan muchos cabos sueltos. Según el club, hay que esperar a que se conozcan los resultados de varias pruebas médicas y también deben aclararse algunos aspectos económicos en cuanto a la opción de compra que va a incluirse. Pero da la sensación de que el aspecto de la salud de las rodillas del central es un tema primordial para los dirigentes azulinos, que no quieren arrepentirse más adelante por no haber hecho las comprobaciones pertinentes.

La parte del jugador lo ve de una forma completamente opuesta. Considera que no hay nada más que hablar en el apartado médico porque Gioda viene de actuar con normalidad en la última campaña y que las diferencias que han surgido desde la tarde del jueves responden únicamente a una cuestión burocrática que afecta tanto al Xerez, como a Independiente.

El futbolista es optimista porque ha quedado muy satisfecho de la conversación que mantuvo ayer con Cuco Ziganda. Llegó a Jerez con tres maletas y con la firme intención de permanecer por mucho tiempo, pero ahora son otros los que deciden por él.